Los operadores de bonos marcaron el momento empujando el rendimiento de la deuda pública alemana a 10 años -el principal indicador de las tasas de los préstamos europeos- a su nivel más alto en casi ocho años. Las acciones se estabilizaban tras una caída temprana del 1% y el euro apenas se movía.
Las pérdidas en las acciones europeas -pequeñas pero generalizadas- eran encabezadas por las mineras, ya que China impuso nuevas medidas de bloqueo en Shanghái, mientras que el sector financiero era el único que avanzaba por la esperanza de que los bancos puedan cobrar pronto tasas más elevadas.
Los papeles asiáticos cayeron durante la noche y los futuros de Wall Street operaban planos, aunque se debía más al alza del rendimiento de los bonos mundiales y del dólar, que en última instancia implicará un endurecimiento de las condiciones financieras.
El índice más amplio de MSCI de acciones de Asia-Pacífico excluyendo Japón declinó un 0,65%. Los títulos australianos cedieron un 1,2%, el KOSPI de Seúl entregó un 0,5%, el Hang Seng de Hong Kong restó un 0,75% y las acciones A chinas perdieron un 1%.
El otro gran foco de atención de los inversores mundiales era el retroceso del yen, que tocó un mínimo de 20 años frente al dólar, a 134,56 unidades, antes de recuperar un poco de terreno.
El índice dólar, que ha subido casi un 7% este año, cotizaba estable en 102,51 unidades, y el euro operaba plano antes de la reunión del BCE, a 1,0719 dólares.
El rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años avanzaba al 3,0344% y el de las notas a dos años subía al 2,7887%.
Por Marc Jones, de agencia Reuters
Fuente Ambito