La guerra de los libros de texto, que enfrenta al Gobierno central con el regional, se libra a pocos meses del inicio del nuevo curso, y cuando las máquinas deberían estar en pleno rendimiento para elaborar los textos del próximo curso. Pero las diferencias de criterio entre lo que dice la ley nacional y lo que la Consejería de Educación considera contenidos correctos está trayendo en jaque a los editores. Precisamente ayer, la editorial Tulibro envió una carta al Gobierno madrileño explicándole que rectificaba uno de sus textos, del libro de Matemáticas Aplicadas, porque en sus contenidos sobre igualdad y feminismo “no han recurrido a los ejemplos y palabras adecuadas». Tal vez alguien podría preguntarse qué sentido tiene que un libro de Matemáticas Aplicadas -de 1º de Bachillerato en la modalidad de Ciencias Sociales, explican en la Consejería- incluya un apartado bajo el título «Matemáticas e Igualdad». En el caso del ejemplar de la editorial Tulibro, la modificación se ha realizado en un apartado que en un principio se titulaba «Matemáticas contra el sexismo» y después de la modificación ha pasado a llamarse «Matemáticas por la Igualdad». En su interior, si en la versión original se remarcaban en negrita todos los artículos determinados femeninos -«la mirada», «la suma», «la resta», «la reflexión», «las derivadas»-, tras la modificación introducida por la editorial, se han incluido, también en negrita, otros artículos determinados e indeterminados del género masculino -«los números», «las ecuaciones», «los polinomios», «las operaciones»-. En la Consejería de Educación, que dirige Enrique Ossorio, recibían el cambio en el contenido del libro como «el primer éxito» en «la defensa de Díaz Ayuso contra el adoctrinamiento en las aulas». En una carta remitida al Gobierno regional, la editorial admite que, «tras realizar una nueva lectura del texto», han considerado que «es posible que al usar una metáfora para explicar la igualdad» no hayan recurrido «a los ejemplos y palabras adecuadas» y «eso haya dado lugar a una interpretación que no» buscaban con el texto original. Palabras adecuadas
Por eso, se ha cambiado el texto que «cierra mucho mejor el significado» que buscaban con la metáfora y «no da lugar a confusión de la finalidad de igualdad» que quieren «transmitir entre hombres y mujeres». En su misiva, lamentan «no haber sabido comunicar y plasmar con las palabras adecuadas» su «idea original, y que haya podido surgir algún tipo de polémica». Fuentes de la Comunidad de Madrid confían en que, en próximas fechas, se sumen otras editoras de libros y «reduzcan o eliminen la carga política de los textos aprobados». La polémica política va creciendo sobre este particular. El Gobierno de la Comunidad de Madrid lleva meses criticando la politización de los libros de texto del próximo curso, debido a los currículos elaborados por el Gobierno central. Las críticas no sólo vienen del lado político, sino también desde intelectuales destacados como la presidenta de la Real Academia de Historia, Carmen Iglesias, contraria a que se elimine de los textos de esta asignatura el pasado de España anterior a 1812, y que no se enseñe un relato cronológico, sino basado en bloques temáticos. También el Consejo de Estado, el máximo órgano de consulta del Gobierno, ha sido muy crítico y ha advertido de la abstracción y complejidad de la descripción de las asignaturas del nuevo Bachillerato. Igualmente, el Consejo Escolar del Estado (CEE) instó al Gobierno a revisar los contenidos por su complejidad e inconcreción en algunos casos. Y numerosos escritores, filósofos y matemáticos -como Fernando Savater, Andrés Trapiello o Gustavo Bueno Sánchez- firmaron un manifiesto en el que piden sacar de las aulas los conceptos ajenos a los saberes concretos de cada asignatura, de tipo moral o ideológico. El Gobierno regional madrileño ha denunciado ante el Tribunal Supremo el decreto del currículo de Bachillerato, y el alto tribunal ha admitido su recurso.
Fuente ABC