“Hice lo que tenía hacer, asumí la presidencia por compromiso… Lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad”, aseguró la derechista de 54 años.
“Todos saben que soy inocente”, agregó Jeanine Áñez, que gobernó Bolivia entre 2019 y 2020.
Áñez, encarcelada en La Paz desde hace 15 meses, es juzgada junto a exjefes militares desde febrero por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.
Se le imputa haber asumido la presidencia de forma inconstitucional en noviembre de 2019 tras la renuncia de Morales (2006-2019) en medio de protestas multitudinarias por un supuesto fraude electoral denunciado por la Organización de Estados Americanos (OEA), las cuales condujeron a un golpe de Estado.
Ella, en cambio, se define como “presa política”.
Tras varias interrupciones, el juicio se retomó el lunes y se acerca a su fin: concluidos los últimos alegatos de los acusados, el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz, que actúa como juzgador, deliberará y dictará sentencia.
La Fiscalía ha solicitado que Jeanine Áñez sea sancionada con 15 años de cárcel, pena máxima según la ley boliviana para la combinación de los delitos que se le imputan.
Uno de sus abogados, Luis Guillén, denunció esta semana que “están tratando de forzar la sentencia”. Áñez, su defensa y la oposición denuncian presiones del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) para una condena rápida.
“Es poco considerado someterme a cansadoras horas, porque mi salud no lo permite”, dijo la expresidenta de facto el jueves.
La expresidenta se ha descompensado durante varias audiencias, estuvo dos semanas en huelga de hambre al comienzo de su juicio y se hizo cortes en un brazo en agosto de 2021.
Este viernes, un grupo de 23 expresidentes de países iberoamericanos pidió a la ONU y la Unión Europea “repudiar la intención de sentenciarla de forma arbitraria”.
Jeanine Áñez se proclamó presidenta interina el 12 de noviembre de 2019, después de que el izquierdista Morales huyera del país tras perder el respaldo de mandos militares y policiales en medio de una fuerte convulsión social por un presunto fraude electoral en las elecciones de octubre de ese año para continuar su mandato hasta 2025.
La abogada y expresentadora de televisión dejó el poder en noviembre de 2020 tras nuevos comicios en los que resultó electo Luis Arce, delfín de Morales, y en marzo de 2021 fue detenida.
Fuente Ambito