El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, anunció en rueda de prensa en París, donde tiene su sede, la “adopción formal de la hoja de ruta para la adhesión de Brasil, Bulgaria, Croacia, Perú y Rumanía”.
“Damos una calurosa bienvenida a estos países al inicio de un proceso positivo y transformador. También mantenemos conversaciones positivas con Argentina sobre los próximos pasos en el proceso de adhesión”, dijo Cormann, sin dar más detalles.
Preguntado por el motivo que llevaba a reportar la adopción de la hoja de ruta argentina, el australiano evocó “algunas cuestiones por resolver”, pero subrayó el “espíritu positivo y constructivo” de la discusión.
El anuncio se produjo al término de la reunión anual de ministros de la organización que engloba a las mayores economías del mundo con regímenes democráticos, entre ellas Estados Unidos y el resto de potencias del G7.
La OCDE anunció en enero el inicio de conversaciones con los seis países de cara a su futura membresía en este club de 38 miembros actualmente, un proceso que suele tomar algunos años.
El siguiente paso era la aprobación de la hoja de ruta que fija las modalidades y condiciones de la membresía. La OCDE realizará exámenes en áreas como el comercio, la inversión, la lucha contra la corrupción y el cambio climático.
Chile, Costa Rica, Colombia y México forman ya parte de la organización fundada en 1961 y cuyos socios representan alrededor del 80% del comercio y de las inversiones mundiales.
La adhesión a la OCDE es un gran paso para el ministro brasileño de Economía, el ultraliberal Paulo Guedes, quien en enero consideró que el inicio de las discusiones era un “reconocimiento” de que Brasil es “un gran país”.
La aprobación de la hoja de ruta se produce a menos de cuatro meses de las presidenciales en el gigante sudamericano, en las cuales el mandatario ultraconservador, Jair Bolsonaro, buscará un segundo mandato.
La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y sus organizaciones en Brasil –Justiça Global y Movimento Nacional de Direitos Humanos– se felicitaron en un comunicado de la hoja de ruta aprobada.
“Tiene el potencial de empujar a Brasil a adoptar cambios positivos en sus políticas ambientales y de derechos humanos”, agrega la nota, que estima que el país “no ha demostrado su compromiso con los valores de la OCDE” en este campo.
En enero, el mandatario peruano, el izquierdista Pedro Castillo, también agradeció entonces esa decisión y afirmó que su gobierno reiteraba “su compromiso con los valores de la OCDE para el beneficio de su población”.
Fuente Ambito