A solo un día de que un jurado popular comience a juzgar en la Audiencia Provincial de Valencia a Jorge Ignacio Palma, autor confeso de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo -todavía en paradero desconocido-, su madre, Marisol Burón, se muestra «nerviosa», pero «con ganas» de que «pague por todo el mal que ha hecho» y de que «le caiga encima todo el peso de la ley». Este joven colombiano de 38 años, que confesó haber descuartizado el cuerpo de la joven pero cuya muerte fue «un accidente», se enfrenta a un macrojuicio dividido en once partes, una por cada presunta víctima conocida, sobre los más de treinta delitos graves de los que se le acusa y que se extenderá hasta el próximo 15 de julio. De las más de veinte sesiones programadas en la Sala Tirant I de la Ciudad de la Justicia valenciana, Marisol no tiene previsto «perderse ninguna». Solo piensa en «ver la cara del psicópata que mató a su hija», acusado también de asesinar a dos chicas más, Arliene Ramos y Lady Marcela, durante la práctica de relaciones sexuales con cocaína y otras sustancias estupefacientes conocidas como ‘fiestas blancas’. Durante estos tres angustiosos años, la madre de Marta Calvo no ha dejado de querer «mirar a los ojos» al hombre que descuartizó a su hija. «No será por ganas, aunque de ese encuentro yo iba a salir peor y él se iba a quedar más fresco que una rosa, porque no tiene sentimientos ni escrúpulos ni empatiza con nadie», explica Marisa a ABC
. Entonces, «nadie, ni mis psicólogos, ni la Guardia Civil ni mis abogados querían que fuera a hablar con él, primero porque no me iba a recibir y segundo porque hubiese sido muy difícil para mí», añade. No obstante, sabe que enfrentarse a Jorge Ignacio es el único camino «para hacer justicia a su hija y al resto de sus víctimas». «No será por ganas de verlo, aunque yo iba a salir peor y él se iba a quedar más fresco que una rosa, porque no tiene sentimientos ni escrúpulos» Durante el pasado mes de diciembre, la Fiscalía pidió hasta 130 años de cárcel para el acusado como responsable de tres homicidios, once abusos sexuales y un delito contra la salud pública, mientras que las acusaciones particulares elevaron en sus escritos la consideración a asesinato y reclamaron prisión permanente revisable. Algo que llevó a la propia Marisol Burón a plantear en el Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular, apoyada por los familiares de Diana Quer y Marta del Castillo, para que se tipifque como delito autónomo la ocultación de un un cadáver después de un asesinato u homicidio. Imagen de archivo de Marisol Burón, madre de Marta Calvo – LP
La propuesta presentada por la ‘Plataforma por Marta Calvo Burón’ para abrir el debate en el Parlamento contó con el apoyo de las principales fuerzas políticas menos Podemos. Sobre la formación morada, alude que es el único partido que no se ha puesto con ella «en ningún momento» y, que pasado este tiempo, «no espera nada de ellos». Marisol no entiende la postura de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en un caso que califica de violencia de género: «Qué haría si fuera de una de sus hijas», reflexiona, «porque quizá tiene que pasarte algo en la vida para abrir los ojos y ver que en esta sociedad hay cada vez más maldad y nadie hace nada para evitarlo». «Quizá tiene que pasarte algo en la vida para abrir los ojos y ver que en esta sociedad hay cada vez más maldad y nadie hace nada para evitarlo» A nivel social, esta ‘madre coraje’ relata que no ha dejado de sentir el apoyo de la ciudadanía española, a la que se muestra «muy agradecida». Sabe que cada día hace un esfuerzo sobrehumano por imponerse a la pena y hacer justicia y, por ello, clama: «voy a continuar hasta conseguirlo porque soy la cara visible de todas estas mujeres». «Está interrumpiendo mi duelo» «Hoy por hoy, no puedo perdonar a esta persona», claudica con rotundidad Marisol. «Dentro de unos años no lo sé», matiza, pero actualmente no existe personalidad porque al no desvelar dónde se encuentra el cadáver de Marta «está interrumpiendo mi duelo» y «no está colaborando en nada». Así, la principal esperanza que guardan las familias de las víctimas pasa por la figura de Pilar, la madre de Jorge Ignacio, quien se acogió a su derecho a no declarar contra su hijo tras su citación en el juzgado de Palma de Mallorca el pasado 21 de octubre. «Él solo tiene a su madre y dice que es un ángel sin alas», relata Marisol a este periódico. Por eso, espera que en el juicio «se derrumbe al verla», aunque «tampoco lo tiene claro porque no tiene sentimientos y seguramente le dé igual». «Lo normal es que ella defienda a su hijo, pero qué menos que dar la cara», replica. «Es evidente que va a decir que es su hijo y que lo quiere, pero al menos podía habernos dado su apoyo, eso me da que pensar que es de la misma calaña que el hijo», asevera. A la madre del presunto asesino de su hija también ha querido ponerse en contacto con ella en varias ocasiones sin éxito alguno. «Le diría que se pusiera en mi sitio, si no le gustaría saber dónde está su hijo», explica. Además, «le pediría que me dijera dónde está para que esa madre pueda descansar, porque el daño ya está hecho pero al menos no hagas todavía más», concluye.
Fuente ABC