Un análisis de Google Trends (Tendencias de búsqueda de Google) demuestra los peligros de exagerar los eventos manipulados fácil y efectivamente por la propaganda palestina.
Por el Profesor Hillel Frisch
Israel y los palestinos están inmersos en una guerra de narrativas. Siendo el lado más débil del conflicto, los palestinos dedican tremendos esfuerzos para entrampar incidentes para deslegitimar y abochornar a Israel frente a la opinión pública mundial.
Los tomadores de decisiones israelíes se resisten a tomar medidas prácticas para sofocar la violencia palestina porque temen recibir mala publicidad.
La muerte de la reportera/propagandista palestina-estadounidense de Al Jazeera Shireen Abu Akleh ofrece un excelente ejemplo de tal manipulación.
La manipulación comenzó con el rápido veredicto alcanzado por Al Jazeera y los sitios web de los medios palestinos, que inmediatamente culparon a Israel por su muerte durante una redada israelí para reprimir la actividad terrorista en Jenín en mayo pasado. La redada tuvo lugar tras mortales ataques terroristas palestinos en Israel.
De acuerdo con el Ministerio de Justicia de Canadá, se necesita un promedio de 186 días de deliberaciones judiciales para llegar a un veredicto por delitos de agresión, agresión sexual y homicidio involuntario. Al Jazeera tardó varios instantes después de que surgiera la noticia de la muerte de Akleh para acusar a Israel de matar deliberadamente a la reportera.
El popular medio de comunicación árabe usó fuertes términos árabes para describir un asesinato premeditado, tasfia, que significa aniquilar o eliminar a la víctima.
Poco después, la Autoridad Palestina intervino para aprovechar al máximo la muerte de Akleh. Un “funeral de estado” en la plaza del gobierno en Ramallah fue transmitido en vivo antes del entierro real en Jerusalén, un día después.
La Autoridad Palestina, sus agentes de Fatah, junto con miembros de otras facciones, se aseguraron de estar en el centro del funeral, lo más cerca posible del ataúd, para esconderse detrás de los verdaderos dolientes y provocar a la policía arrojando pequeños pero feroces piedras y bolitas de vidrios que pudieron evitar ser captados por la cámara, pero lo suficientemente dañinos como para instigar a la policía a intentar detenerlos.
El objetivo era ocultar la provocación a las cámaras para que pudieran centrarse en la reacción policial. Los agentes de la Autoridad Palestina eran fácilmente identificables: todos los masculinos jóvenes adultos con físicos atléticos, que vestían las mismas camisetas negras.
Tuvieron éxito en su tarea. La policía, temerosa de resultar herida, intentó arrestarlos. Las cámaras captaron la reacción policial y no la provocación.
¿Exageraron los medios y algunos políticos israelíes los efectos de esta prensa indudablemente pésima?
Un análisis de Google Trends demuestra los peligros de exagerar los eventos manipulados fácil y efectivamente por la propaganda palestina.
Google Trends rastrea el número relativo de búsquedas de palabras clave durante un período que va desde varias horas hasta años. La clasificación más alta que puede alcanzar una tendencia es 100.
Para evaluar la opinión pública sobre el conflicto israelí-palestino a medida que se desarrollaban los eventos en Jenín, se analizaron las tendencias de dos términos: “Palestina Libre” (Free Palestine) y “Boicot, Desinversión y Sanciones” (Boycott, Disinvestment and Sanctions), ampliamente conocido por su acrónimo, BDS.
Un aumento en el número de búsquedas de estos términos durante un período considerable durante estos eventos sugeriría que la manipulación palestina fue realmente efectiva. Un pequeño aumento significaría un efecto pequeño o efímero.
Esto es lo que encontramos para las búsquedas durante cinco años del término “Palestina Libre”:
La mayoría de las búsquedas se realizaron en “Palestina” (Judea y Samaria y Gaza). En relación con sus poblaciones, el mayor número relativo de búsquedas en los países occidentales tuvo lugar en Irlanda, Noruega y Suecia, que registran el mayor prejuicio contra Israel por encima de muchos otros términos y son conocidos por sus altos niveles de opinión antiisraelí en general.
Incluso entre los tres países occidentales más grandes, prevaleció el mismo patrón de frecuencia de búsqueda relativa para este término que para otros términos propalestinos.
Se puede ver que el caso Akleh solo tuvo un efecto menor en comparación con la guerra entre Hamas e Israel en mayo de 2021, que está marcada por un pico de 100.
En cuanto a las búsquedas del término BDS, el caso Akleh tuvo poco impacto en comparación con la conferencia BDS de 2019 o la guerra entre Hamas e Israel hace un año.
Una vez más, Irlanda lideró las búsquedas entre los países occidentales (en relación con el tamaño de la población), seguida de Noruega. Entre los tres grandes países anglosajones con respecto al término BDS, el menor interés fue en los Estados Unidos, con más búsquedas en Gran Bretaña y al menos cinco veces más en Canadá que en los Estados Unidos.
El análisis de Google Trends indica que los medios israelíes y algunos políticos exageraron los efectos del cso Akleh en relación con los muchos eventos mediáticos que captaron la atención del público occidental. Por ejemplo, la guerra en Ucrania, el aborto en los Estados Unidos, la inflación, la masacre en Búfalo y otras noticias locales fueron más frecuentes en mayo.
Lo que debe investigarse es cómo la policía israelí y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) pueden evitar caer en las trampas mediáticas de la prensa palestina.
Fuente: JISS The Jerusalem Institute for Strategy and Security
Fuente Aurora