Cuando el empresario fue preguntado en una entrevista el pasado 7 de abril en Radio Nacional si aceptaría forjar alianzas con otros candidatos de cara a la primera vuelta que se celebró el 29 de mayo, aseguró que recibiría a la “virgen santísima y a todas las prostitutas que vivan en el mismo barrio con ella”.
“No fue mi intención, soy un hombre católico, no seguramente prácticamente con la intensidad de otras personas”, reconoció Rodolfo Hernández, que afirmó ser consciente de que ofendió a “muchas personas”. Tanto es así que una de sus apoyos para la segunda vuelta de este domingo en Colombia, Ingrid Betancourt, se apresuró a publicar un vídeo en el que se dirige a una imagen de la virgen pidiéndole perdón.
“Hoy vengo a pedirte disculpas, como sé que lo hizo el ingeniero Rodolfo Hernández, acompañado de todas las mujeres que lo rodean, su madre, su esposa y su vicepresidenta, por haber utilizado indebidamente tu nombre durante esta campaña”, declama de rodillas Betancourt.
A pesar de que Hernández, por consejo de sus asesores, limitó sus entrevistas y sus apariciones públicas a través de sus redes sociales, no es la primera vez que en campaña unas de sus declaraciones le pasa factura.
Recientemente tuvo que salir a matizar cuando propuso la jornada laboral de diez horas para los colombianos, reprochándoles que hasta ahora no habían hecho más que “tomar tinto”, “hablar por celular”, o “irse para el baño”.
Anteriormente, sus rivales políticos le recordaron también cuando se declaró seguidor de ese “gran pensador alemán llamado Adolf Hitler“, o alguno de sus postulados acerca del papel de la mujer, la cual debería apoyar al marido desde casa con la crianza de los hijos.
El próximo domingo, Colombia elegirá entre Hernández, quien de manera sorpresiva logró ser la segunda fuerza más votada en la primera vuela, y el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro. Las últimas encuestas muestran un empate técnico entre ambos contendientes.
Fuente Ambito