
Incluso en su cuenta de Twitter, preguntado por un usuario sobre las personas que piensan que volver a la oficina es “algo anticuado”, respondió que “ellos deberían fingir que trabajan en otro lugar”.
Según divulgó Bloomberg, en Tesla se padece una “cultura de trabajo extremadamente competitiva e incluso tóxica”, aunque Musk aplica esa regla consigo mismo, ya que afirmó haber llegado a trabajar 120 horas a la semana. Claro, es el dueño y quien se lleva la parte del león de las ganancias.
En dicho correo interno, afirmó que “trabajar 40 horas en persona es lo menos que le pedimos a los trabajadores de la fábrica”.
Según se añadió, “el tono del escrito es taxativo: o cumples o te largas, no hay espacio para negociar”.
Por ello, se indicó, el “temor” de los trabajadores de Twitter de que Musk tome control de la compañía, ya que suspendería esta posibilidad de trabajo remoto.
Además de su manifiesta voluntad de cambiar las políticas de moderación de la plataforma, los empleados de la red social se mostraron intranquilos porque esta compraventa les hiciese perder el poder teletrabajar.
Fuente Ambito