
Cooper dice que estaba en un lugar oscuro en ese momento, tenía “cero autoestima” y luchaba contra sus demonios. “Estaba tan perdido”, dijo. “Y yo era adicto a la cocaína, esa era la otra cosa… Me corté el tendón de Aquiles justo después de que me despidieron-cortaron-renunciaron de Alias (serie)”
Bateman señaló que Cooper ahora es la antítesis de su antiguo yo: cálido, considerado y generoso. Cooper atribuye este aspecto de su vida a tocar fondo antes de que realmente alcanzara la fama.
“Tuve el beneficio de que eso sucediera cuando tenía 29 años”, explicó Cooper. “Pensé que lo logré cuando recibí un comercial de Wendy’s, y llamé a mi papá para decirle que estoy en un hotel que tiene una ventana que se abre. Los Ángeles para Alias, [me] sentía como si hubiera vuelto a la escuela secundaria: no podía entrar en ningún club, ninguna chica quería mirarme. Estaba totalmente deprimido. No fue hasta The Hangover, tenia 36 años cuando hice The Hangover, así que tuve que pasar por todas esas cosas antes de que la fama jugara en mi existencia a nivel diario. Así que todo eso sucedió antes de eso”.
Arnett estuvo de acuerdo con Cooper y dijo: “Pasaste por esta metamorfosis antes de The Hangover. Tener esas realizaciones y tener ese cambio te permitió, eso es lo que te abrió y te permitió ser tú”.
Cooper reiteró que el incidente que provocó esta metamorfosis fue cortesía de Arnett. “Definitivamente hice grandes avances 29 a 32, 33, 34 donde al menos pude pararme frente a alguien y respirar, escuchar y hablar”, reflexionó. “Will es la razón, se arriesgó al tener esa dura conversación conmigo en julio de 2004, que me puso en el camino de decidir cambiar mi vida”.
Desde entonces, Cooper ha obtenido nominaciones a los Oscar por su actuación y elogios por su trabajo como director en su ópera prima, A Star Is Born.