Joan Baldoví, pagafantas de Pedro Sánchez

Pese la última macro incorporación de cinco mil nuevas palabras, los señores académicos no han dado vía libre para que al diccionario de la Real Academia de la Lengua le sea agregado el vocablo “pagafantas”, que el piberío (que sí está aceptada) dice que es el personaje que trata de ligar pero su timidez le impide lograrlo, sin que tampoco le ayude a conseguirlo su generosidad a la hora de abonar las consumiciones ya sean fantas, colas, cubatas o chupitos. ¿Se corresponden los modos y maneras de Joan Baldoví, único diputado de Compromis en el Congreso, con la figura del pagafantas? Yo diría que no sería difícil homologarlo como tal. Desde otra perspectiva más política podría considerársele un “tonto útil”, expresión que no está acreditado, ni falta que hace, que fuese dicha por el propio Lenin. El tonto útil es el fulano o fulana que residiendo en países fuera de la órbita comunista se dedicaba, y dedica, a ser un majadero propagandista de las bondades del marxismo leninismo, lo que demostraría lo muy majadero que se tiene que ser para hacer tal cosa. De un modo u otro lo de pagafantas o tonto útil, y las comparaciones que pueden derivar de las mismas, nos van acercando a la figura de Joan Baldoví y su manera de comportarse como diputado, siempre dispuesto a dar su sí a todo aquello que le diga o proponga el presidente del Gobierno, Pedro Antonio Sánchez. Resulta incomprensible a juicio de muchos valencianos, incluso de no pocos que le votaron como diputado, el entreguismo de Joan Baldoví. Porque quien también fue alcalde de Sueca, en donde nació en 1958, sigue sin a poner en valor su voto, sin conseguir contrapartida alguna como las que sí obtienen todos aquellos compañeros de escaño que teniendo agarrado a Sánchez por sus partes pudendas (como hacen los de Bildu, los separatistas catalanes y hasta el de Teruel Existe) no dejan pasar la ocasión de sangrar las arcas del Estado (como si eso le importase mucho al manirroto de Sánchez) mientras que Baldoví le da una y otra vez, gratis et amore, su sí. ¿Un sí como el de una novia arrebolada? Pues algo muy parecido. Porque Baldoví ha dejado pasar numerosas ocasiones de convertir su voto en decisivo para que el gobierno Frankenstein no perdiese una votación de crucial importancia. Pudo haber exigido compensaciones de interés para los intereses de los valencianos, pero lo hizo. Sea en su papel de pagafantas o de tonto útil, Baldoví no ha sabido exigir ni querido importunar a Pedro Sánchez, al que ya con su voto en la moción de censura ayudó a llegar a la presidencia del Gobierno y al que con sus votos ha evitado más de una derrota gubernamental. Pero, si el diputado de Compromís considera desacertado por mi parte que le diga lo de pagafantas, ni tampoco le haga gracia alguna por mucha razón que lleve lo de tonto útil, sí que me tendrá que aceptar que es un escolà de amén, que en la paremiología vernácula se dice que es aquel que tiene por costumbre dar la cabotà y decir que sí a todo sin entrar a rebatir los argumentos del contrario. Àgueda Micó, secretaria general de Mes Compromis, señalaba en unas declaraciones poco después de ser confirmada en el cargo, que su formación política es “una de las herramientas de transformación más potentes de las que ha dispuesto el valencianismo político”. Y añadía que “el valencianismo fue pionero en hablar de los problemas de las valencianas y valencianos como el corredor mediterráneo, la infrafinanciación, el cambio climático o la protección del territorio”. Cualquiera de esos asuntos, de vitalidad importancia para el presente y futuro de la Comunidad Valenciana, no ha sido puestos por Baldoví como contrapartida de un sí al presidente doctor Sánchez. De Baldoví se esperaba mayor combatividad y nivel de exigencia. No creo que a estas alturas de la legislatura sean muchos, ni siquiera los más fervientes votantes de Compromis, que crean que su diputado conseguirá algo de provecho. Nada de nada. Ni financiación, ni corredor mediterráneo. Lo único que ha conseguido es lo del cambio climático, del que ya tenemos sofocantes evidencias por los saharianos calores que nos están derritiendo estos días.
Fuente ABC