Un parlamento sin mayoría absoluta abriría un período de incertidumbre política que requeriría un grado de reparto del poder entre los partidos sin experiencia en Francia en las últimas décadas, o bien una parálisis política e incluso posiblemente la repetición de elecciones.
Mélenchon consideró que los resultados de la segunda vuelta marcan una “derrota total” de los partidos que apoyan al presidente y hasta ironizó sobre el “fracaso” de los que “daban lecciones”.
“Es una situación totalmente inesperada, absolutamente inaudita. La derrota del partido presidencial es total, y no surge ninguna mayoría. Hemos logrado el objetivo político que nos habíamos propuesto: derribar a quien con tanta soberbia había torcido el brazo de todo el país al ser elegido sin saber qué hacer”, subrayó Mélenchon.
Rachida Dati, del conservador Los Republicanos, calificó los resultados de “un amargo fracaso” para Macron y dijo que debería nombrar un nuevo primer ministro.
“Es la arrogancia de Emmanuel Macron, su desprecio por los franceses… lo que lo convirtió en un presidente de minoría”, dijo Jordan Bardella, del partido de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen.
En el campo de Macron, Gabriel Attal le dijo a TF1 TV que “nadie ha ganado”, mientras que la portavoz del Gobierno, Olivia Grégoire, aseguró que los resultados fueron decepcionantes, pero señaló que la alianza aún se perfila como el grupo más grande en el parlamento.
Pronósticos separados de la encuestadora Ifop, OpinionWay, Elabe e Ipsos mostraron que la alianza Ensemble de Macron ganaba entre 200 y 260 escaños y Nupes aseguraba entre 149 y 200.
La capacidad de Macron para buscar una mayor reforma de la segunda economía más grande de la zona euro dependería de su capacidad para reunir a los moderados fuera de su alianza a la derecha y a la izquierda detrás de su agenda legislativa.
En otro cambio importante para la política francesa, el partido de Le Pen podría ganar hast 100 escaños, según las proyecciones iniciales, su mayor cifra registrada.
Macron, de 44 años, se convirtió en abril en el primer presidente francés en dos décadas en ganar un segundo mandato, pero preside un país profundamente desencantado y dividido donde ha aumentado el respaldo a los partidos populistas de derecha e izquierda. (Reporte adicional de Michel Rose, Escrito por Richard Lough e Ingrid Melander, Editado en Español por Manuel Farías)
Fuente Ambito