Con la idea de revisar importaciones para resguardar dólares del banco central (BCRA), niveles máximos del riesgo país y valores mínimos en los bonos públicos, economistas y analistas opinan sobre la coyuntura nacional.
“El programa oficial de ir llevando a la economía por un sendero de relativa moderación ha entrado en crisis por sus incoherencias internas y por la anarquía política”, afirmó Roberto Drimer, socio de VaTnet Financial Research. La “subida de tasa (del BCRA) es más simbólica que efectiva, ya que no contiene ni a la inflación ni al dólar porque lo que existe es plena desconfianza. Es totalmente inocuo para todo lo que le pasa a la Argentina”, dijo Mariano Sardáns, de la Gerenciadora de Patrimonios FDI.
“El acuerdo con el FMI revela la fragilidad del esquema financiero del Gobierno: con un mercado externo virtualmente cerrado, la imposición de un límite a la asistencia monetaria en el marco de una consolidación fiscal gradual conduce a que el cumplimiento del programa financiero descanse excesivamente en el mercado de deuda en pesos, dejándolo vulnerable ante episodios de incertidumbre”, reportó la consultora Ecolatina.
“La suba de 300 puntos básicos que propicia el banco central busca ser una ancla para que los pesos que están disponibles en el mercado no se vayan al tipo de cambio y se ‘esterilicen’ para evitar que fomenten la inflación, aunque parece ser una pelea que el banco central viene corriendo de atrás“, acotó Christian Viand, director de Criteria.
“El Gobierno debuta en una semana clave en materia de ‘rollover’ de deuda doméstica con un nuevo equipo liderado por (ministro de Producción) Daniel Scioli”, señaló la consultora Delphos Investment, mientras el funcionario busca reunirse con empresas para reorganizar el esquema importador ante la falta de dólares.
“Se desaceleran los rescates de los bonos CER (atados a la inflación), con el foco puesto a la próxima licitación del Tesoro, luego que el banco central (BCRA) subiera las tasas de interés en línea con lo que esperaba el mercado”, comentó Paula Gándara, analista de Adcap Asset Management. “Sin ‘drivers’ locales (…) los activos domésticos vuelven a quedar a diario rehenes de los vaivenes externos, dentro de un clima de aversión al riesgo global que viene dejando amplio saldos negativos entre los inversores tanto en los mercados desarrollados como emergentes”, sostuvo el economista Gustavo Ber del Estudio Ber.
“El banco central emitió alrededor de 300.000 millones de pesos para sostener los precios de los bonos en pesos. Si bien esto ayuda, aun no se pudo normalizar el mercado, donde también están los efectos secundarios como la suba de los dólares financieros y la inflación, salvo que se esterilicen vía (letras) ‘Leliqs’, aumentando así esta montaña”, sumó Roberto Geretto del fondo Fundcorp.
“El endurecimiento monetario y la perspectiva de un crecimiento más lento o de una recesión siguen haciendo mella en el apetito de los inversores por los instrumentos de mayor riesgo. Muchos esperan a ver cómo se las arreglan los bancos centrales para estabilizar los mercados de bonos sin provocar más inflación en sus áreas económicas”, concluyó Pierre Veyret, analista técnico de ActivTrades.
Fuente Ambito