El runrún no para de crecer. Suena en la radio, en la prensa, en las plataformas de streaming, en las tertulias musiqueras… e incluso en los taxis, ese indicador casi siempre infalible de lo que está de moda. ‘Burbuja cómoda y elefante inesperado’, el primer disco de Los Estanques y Anni B Sweet
, uno de los lanzamientos discográficos del año, ya ha echado a rodar sobre los escenarios y este miércoles tiene una de sus escalas más importantes en Madrid, en el festival Las Noches del Botánico compartiendo velada con León Benavente (20.30h, 30 euros). Desde que se mudaron a la capital desde su Cantabria natal, Los Estanques han visto cómo su PPP (pop progresivo psicodélico) ha conquistado corazones de melómanos uno detrás de otro, y ahora, gracias a su alianza con Anni B Sweet, la banda ha dado un paso más en su afán de hacerse con una hinchada cada vez más heterogénea. Y ella, por su parte, ha conseguido grabar el disco que tenía en su cabeza desde hace lustros. «Teníamos muchas ganas de enseñarlo, después de grabarlo y haber pasado tanto tiempo antes de sacarlo», dice la cantante malagueña. «Hemos querido dejar bien claro cómo queríamos hacer las cosas y eso lo ha demorado un poco, pero ahora están saliendo las cosas muy bien, así que estamos muy contentos». Más allá del pueblo
«El disco lo grabamos en la cabaña de un amigo de mis padres, en un pueblecito de sesenta habitantes donde yo veraneaba de pequeño, en las montañas que hay entre el País Vasco y Cantabria», dice el líder de Los Estanques, Iñigo Bregel. «Bueno, en realidad la cabaña está más allá del pueblo, súper apartada de todo, donde ya no llega nadie. También hicimos parte del álbum en mi estudio de Madrid, pero para el resto de la grabación decidí cargar todo el equipo en mi furgoneta y llevármelo para el norte. Allí no hay cobertura ni nada, la electricidad funciona con paneles solares y energía eólica, y el agua viene de un manantial cercano. Es naturaleza en estado puro, tranquilidad total, ideal para concentrarse». «Sí, allí distracciones, cero», añade su socia. «Es un sitio increíblemente bonito y muy inspirador». Todo eso ha quedado reflejado en ‘Burbuja cómoda y elefante inesperado’, una obra que esta noche sonará en su integridad y en el orden que sigue el repertorio. «No sabes lo que me ha costado montar el directo», dice Bregel, que además de cantar y tocar varios instrumentos, ejerce de director de orquesta al más puro estilo Zappa. «Todo va seguido entre canción y canción, y claro, que si el batería tiene que parar para cambiar la baquetas, que si el guitarrista tiene que rascarse la nariz (risas)… apenas hay tiempo para hacer nada entre tema y tema, casi ni para aplaudir. Cuando llevemos la mitad del disco tocado, haremos una pausa para presentarnos al público y contar un poco cómo hemos hecho el disco, y al final haremos alguna versión», explica el artista, que junto a sus compañeros hizo un ensayo general en la Sala Caracol apenas unos días antes de su desahucio. «Es una pena que desaparezcan templos madrileños de la música», se despiden al unísono.
Fuente ABC