Hace la friolera de 12 años, en 2010, comenzó a horadarse el tercer ‘túnel de la risa’, un paso subterráneo de 7 kilómetros de longitud que atraviesa el centro de Madrid y que unirá, bajo tierra, las estaciones de AVE de Atocha y Chamartín, permitiendo a estos trenes ultrarrápidos desplazarse de la una a la otra. La obra se ha prolongado durante mucho tiempo, y han continuado con pruebas de seguridad para recibir el vistobueno de la Agencia de Seguridad Ferroviaria y que el túnel esté a punto de ponerse en marcha. De hecho, ya hay fecha para ello: el próximo 1 de julio, según anunciaba ayer el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El trazado de este túnel, un impresionante trabajo de ingeniería, pasa por debajo del Jardín Botánico, de los aparcamientos subterráneos bajo la calle de Serrano, y del paseo de la Habana o la calle Mateo Inurria. Comenzó a excavarlo la tuneladora ‘Gran Vía’, de 10,4 metros de diámetro, y se terminó en 2011, a razón de 25 metros horadados por día -y con picos de 1.000 metros. Para reducir las molestias, el carril se embebió en un elastómero -muy elástico- que absorbe ruidos y vibraciones. 322 millones
Una vez finalizado, comenzó el trabajo revestirlo, dotarle de toda la tecnología y realizar las pruebas de seguridad necesarias. Primero se dijo que sería inaugurado en 2013. Luego, se fueron haciendo públicas otras fechas. Pero no ha sido hasta ahora cuando el Ministerio de Transportes ha dado la luz verde definitiva al proyecto, señalando incluso la fecha en que se pondrá en marcha: el 1 de julio. Esta infraestructura permitira ofrecer conexiones directas con parada en Madrid-Chamartín en los trenes Alvia entre Alicante, Valencia y Castellón con Asturias y Cantabria con Alicante, que se venderán ya a partir de hoy y supondrán ahorros de unos 20 minutos de media en los viajes. Construir el tercer túnel de la risa ha supuesto una inversión de 322 milones de euros. En su trazado se encontró con más de una dificultad: en el cruce con la calle de Mateo Inurria, por ejemplo, fue necesario ejecutar un falso túnel de 110 metros mediante pantallas de pilotes y losa, para que hicieran de abrigo para el paso de la tuneladora. Hay una zona concreta, los últimos 100 metros bajo el edificio histórico de la Estación de Atocha, que se excavaron mediante pantallas y a mano: a pico y pala con una sección pequeña, y luego ensanchando y apuntalando. Reordenar conexiones
El túnel para los AVE permitirá reordenar las conexiones de alta velocidad. Y evitar lo que ahora ocurre: que un viajero procedente de Barcelona y que quiera seguir viaje hacia Galicia, por ejemplo, tenga que bajar en Atocha y subirse hasta la Estación de Chamartín -de donde salen los trenes hacia el norte-, con las consiguientes molestias. O, igualmente, para quienes viajen desde León y tengan como destino final Sevilla. Según anunció ayer el Ministerio de Transportes, el túnel en ancho estándar que unirá Atocha y Chamartín estará operativo el 1 de julio. Está previsto que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF), concluirá la homologación de esta infraestructura la semana que viene. Adif ha aprovechado el proceso de homologación del túnel para comenzar las obras de la futura plaza exterior de Chamartín. Asimismo, con el objetivo de aumentar la capacidad ferroviaria y permitir la circulación de un mayor número de trenes, Adif también pondrá en servicio la duplicación de vía en el tramo de 28 kilómetros entre Puerta de Atocha y Torrejón de Velasco, con una inversión de 734 millones de euros. Hasta ahora, los trenes de alta velocidad de Levante con destino a Madrid, y viceversa, compartían su acceso a la capital con los trenes con origen o destino Andalucía, equipado con el sistema LZB. Los trenes de la francesa Ouigo no cuentan por ahora con esta tecnología, lo que en la práctica ha evitado su llegada tanto al corredor andaluz como al valenciano. Ahora que estas vías se han duplicado y el túnel está operativo, los accesos a la capital de estos dos corredores estarán separados. La ruta a Sevilla seguirá equipada con el LZB, pero la conexión con Valencia no. Es decir, si los franceses de Ouigo quieren empezar a operar en la ruta al Levante podrán hacerlo a partir de julio. Retraso para Ouigo
El operador francés, sin embargo, ya ha anunciado que retrasará su entrada en este corredor a después del verano argumentando los retrasos que ha vivido el túnel. Fuentes cercanas a Ouigo aseguran que una vez este se ponga en funcionamiento, es necesario un tiempo aproximado de tres semanas para formar a los maquinistas en este tramo, además de homologar los trenes en el túnel. Como resultado, aunque esté disponible a partir del 1 de julio, los trenes de la francesa no se podrían poner en funcionamiento hasta finales de ese mes, con la temporada de verano ya empezada. El operador francés tiene previsto sacar a la venta los billetes del Madrid-Valencia el próximo 30 de junio y será ese día cuando comunique cuándo entrará en esta ruta.
Fuente ABC