
Tras la decisión del máximo tribunal, en pocas horas ocho estados impusieron prohibiciones inmediatas al aborto y un número similar hará lo mismo en cuestión de semanas.
En un primer vistazo a las batallas legales que se avecinan, la organización proveedora de servicios de aborto más grande del país, Planned Parenthood, presentó una demanda en Utah para bloquear la prohibición decidida en ese estado. Asimismo, los gobernadores demócratas de Michigan y Wisconsin intervinieron a su vez para tratar de mantener la legalidad del aborto en esos dos estados del Medio Oeste.
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En paralelo, en Wisconsin podría volver a entrar en vigor una ley de 1849 que prohíbe el aborto excepto para salvar la vida de la madre.
Kristi Noem, gobernadora republicana de Dakota del Sur, donde el aborto ya ha sido prohibido en todos los casos, incluso de violación e incesto, calificó el fallo de la corte de “maravillosa noticia en defensa de la vida”.
Hablando en This Week, de la cadena televisiva ABC, Noem también expresó su apoyo a la legislación que prohíbe los “abortos por telemedicina” en los que un médico prescribe píldoras para interrumpir un embarazo, algo que puede llegar a convertirse en un recurso para las mujeres que quieran abortar en estados donde ya es o será ilegal hacerlo.
El gobernador Asa Hutchinson, de Arkansas, argumentó por su parte que “obligar a alguien a llevar a término un embarazo” para salvar a un bebé por nacer sería un rol “apropiado” del Gobierno.
Los estados deberían ayudar a las madres y a los recién nacidos con más servicios, incluida la adopción, dijo en Meet the Press, de NBC. No obstante, el republicano se opuso a prohibir el aborto a nivel federal, un objetivo final de numerosos sectores de la derecha religiosa, o de imponer restricciones a la anticoncepción, algo que en Arkansas “no se va a tocar”, según dijo.
El presidente Joe Biden calificó el fallo de la Corte Suprema como un “trágico error”. La mayor esperanza del presidente es que los votantes defiendan el derecho al aborto en las elecciones de mitad de período de noviembre. Mientras tanto, los demócratas han prometido defender los derechos reproductivos de las mujeres de todas las formas posibles.
Según una encuesta de CBS publicada ayer, el 59% de los estadounidenses y el 67% de las mujeres desaprobaron el fallo de la corte.
La congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez advirtió que escenarios de pesadilla podrían volverse realidad, ya que las mujeres que se ven obligadas a continuar con una gestación no deseada deberán viajar largas distancias a estados donde la operación sigue siendo legal o someterse a abortos clandestinos.
“Obligar a las mujeres a tener embarazos en contra de su voluntad las matará. Las matará”, clamó la legisladora en declaraciones a NBC, instando a Biden a explorar la apertura de clínicas de atención médica en tierras federales en estados conservadores para ayudar a acceder a los servicios de aborto.
Fuente Ambito