La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, afronta este miércoles uno de los momentos más complicados de las últimas semanas: el cara a cara con los nuevos representantes de la carrera en el Consejo Fiscal, renovado tras las elecciones que dieron la espalda a su asociación, la Unión Progresista de Fiscales, que ha pasado de tener cuatro de los nueve vocales electos a tener solo dos. En esas elecciones, celebradas el pasado 4 de mayo, la mayoritaria Asociación de Fiscales obtuvo seis representantes (uno más de los que tenía) y la Asociación Profesional de Independiente de Fiscales (APIF) logró entrar por primera vez en el órgano de la mano de su presidente, Salvador Viada. Aunque no hay ningún punto trascendente en el orden del día del Pleno que se celebra hoy -más allá del discurso de despedida de los fiscales salientes y la bienvenida a los vocales entrantes-, será la primera aparición pública de Delgado tras la operación quirúrgica que le ha mantenido convaleciente durante las últimas semanas, lo que no ha impedido que prosiguiera con su actividad diaria volviendo a situarse en el centro de la polémica con decisiones como la de volver a proponer como fiscal coordinador de Menores a la misma persona cuyo nombramiento tumbó el Tribunal Supremo al considerar que no estaba suficientemente motivado. Entre medias también la retirada de la polémica enmienda del PSOE que planeaba premiarla con un ascenso cuando cese como fiscal general. La falta de apoyos de los socios de Gobierno y el escándalo que suponía un ascenso a primera categoría sin escuchar primero a los fiscales, dio al traste con una iniciativa que desde la Asociación de Fiscales se interpretó como un pago por los servicios prestados como exministra el Gobierno de Sánchez. Aunque los nombramientos más importantes de la cúpula fiscal ya se llevaron a cabo con la anterior composición del Consejo Fiscal, con acusaciones del trato de favor que Delgado brindaba a los asociados de la Unión Progresista de Fiscales, serán los actuales vocales los que tengan que afrontar el nombramiento de un puesto clave en el organigrama del Ministerio Público, la jefatura de Anticorrupción. El mandato de Alejandro Luzón, al frente de esta fiscalía desde hace cinco años, vence en unos días, aunque el nombramiento se retrasará hasta después del verano pues todavía no se ha llevado a cabo la convocatoria. Fuentes fiscales se muestran convencidas de que Delgado propondría a Luzón si este decide presentarse.
Fuente ABC