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Los 30 aliados afirmaron, en su nuevo Concepto Estratégico, el documento que debe guiar a la OTAN en los próximos años, que “las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China desafían nuestros intereses, seguridad y valores“.
Así, la Organización para el Tratado del Atlántico norte (OTAN) orienta por primera vez su mirada a la pujanza de Pekín, aunque el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, había dicho que “China no es un adversario”.
La Alianza sostiene que China “emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar poder, al tiempo que mantiene la opacidad sobre su estrategia, sus intenciones y su acumulación militar”.
El documento también afirma que el gigante asiático “busca controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras críticas y materiales estratégicos y cadenas de suministro. Utiliza su influencia económica para crear dependencias“.
Contra la alianza China-Rusia
La OTAN acusó, además, a China de trabajar con Rusia para minar el orden internacional. “La profundización de esa asociación estratégica y sus intentos de socavar el orden internacional son contrarios a nuestros valores e intereses”, sentenció.
El presidente estadounidense, Joe Biden, intenta convencer a sus aliados de que contener a a Moscú y Pekín son objetivos complementarios, no opuestos.
Estos movimientos irritan a China, que denunció “la mentalidad de Guerra Fría“. “En los últimos años, la OTAN presionó para ampliar su ámbito de actuación. La comunidad internacional debe permanecer vigilante”, dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian.
John Kirby, asesor de Seguridad Nacional estadounidense, recordó que el Concepto Estratégico no se actualizaba desde 2010, y “el mundo era muy diferente entonces”.
Fuente Ambito
