
Tras el ataque de Rusia a Ucrania, Finlandia y Suecia habían solicitado su adhesión a la OTAN, a lo que se opuso Turquía, que les pedía que retiraran el embargo de exportación de armamento y que accedieran a extraditar a militantes kurdos residentes en ambos países.
El memorando recoge que “Finlandia y Suecia no proporcionarán apoyo” a las milicias kurdosirias, “confirman que el PKK es una organización terrorista proscrita” y que no aplicarán ningún tipo de embargo a Turquía.
La adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN “demuestra a Putin que estamos dispuestos a actuar” y que “cualquier país tiene la libertad de elegir su futuro”, dijo Stoltenberg. Ahora los 30 aliados de la OTAN deberán ratificar la adhesión en sus respectivos parlamentos.
La cumbre de la OTAN aprobará en Madrid “un nuevo concepto estratégico”, algo que “no se produce desde la Segunda Guerra Mundial”, y que marcará las pautas de actuación de la Alianza para los próximos diez años, dijo su secretario general.
Además, darán luz verde a “un paquete de ayudas integral a Ucrania para ejercer su derecho de autodefensa”, porque ése país ”se enfrenta a una brutalidad que no habíamos visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
Sobre la mesa, además de la guerra en Ucrania, estarán el aumento de los países aliados de su inversión en gasto militar:
“Nos enfrentamos a un mundo más peligroso, por lo que tendremos que invertir más”, dijo Stoltenberg.
El objetivo del encuentro, apuntó el premier español, Pedro Sánchez, “es trasladar un mensaje de unidad por parte de los aliados” y “afianzar una Alianza Atlántica que después de la invasión de Rusia ha quedado más en evidencia su vigencia en el presente y en el futuro”.
En cuanto a las amenazas, Sánchez llamó a “poner los ojos” en el flanco sur, “en particular en la zona del Sahel”, petición que viene haciendo el gobierno español.
Felipe VI destacó que la OTAN es “una referencia de libertad”. La “unidad y la libertad son valores estratégicos” en un mundo donde se ha reactivado la pugna entre “democracia y autocracia, tendencias que no quedan limitadas al espacio euroatlántico”, añadió.
El monarca ofreció una cena en el Palacio Real a los mandatarios de los países que forman parte de la OTAN, así como de una decena de países invitados. Fue la cena en el Palacio Real con el mayor número de líderes mundiales de su historia, un total de 56.
Los presidentes de Turquía, Suecia y Finlandia no asistieron a la cena, como tampoco lo hizo Stoltenberg, por estar negociando en ese momento el levantamiento del veto turco.
Fuente Ambito