
España, junto a Francia o Reino Unido, es de los países más preocupados por el incremento de los precios, con un aumento de nueve puntos desde el mes de mayo, según la encuesta.
Además, no todos los ciudadanos se muestran igual de preocupados por cómo afecta la inflación a su bolsillo. Así, un 39% de la ciudadanía considera que tiene un alto nivel de riesgo ante la inflación, un 37% cree que le afecta “en cierta manera” y un 22% ve su riesgo personal “bajo o inexistente”.
España no renuncia a una buena temporada estival
Con todo, y a pesar del temor a la inflación, el gasto se mantiene estable ante el primer verano sin limitaciones después de dos años de pandemia. “La población se niega a tener que renunciar a recuperar su vida tras dejar atrás la pandemia”, explicaron desde Ipsos, informó Europa Press.
Sobre esta cuestión, se ha producido un repunte en las compras de ocio a medida que los españoles se adentran en los meses de verano, con aumentos respecto al mes de mayo en las bebidas alcohólicas (45% frente al 42%%), moda (69% frente al 64%), viajes y vacaciones (55% frente al 50%) y el ocio fuera de casa (54% al 48%).
Concretamente, en el caso de los viajes y las vacaciones, la población prioriza ahora su bienestar emocional y sus ganas de viajar sobre la prudencia financiera, reveló el informe.
En España, el 37% de la población española declara que va menos a restaurantes, el 21% ha renunciado a viajar para ahorrarse el coste del transporte, y otro 21% también comenta que compra menos comidas preparadas y optan por cocinar más en casa.
En el lado contrario, un tercio de la población española asegura no tomar ninguna medida ante la inflación.
Fuente Ambito