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De confirmarse la tendencia, Argentina consolidará su rol como el segundo país más inflacionario de América Latina y dará por tierra con gran parte de las estrategias de Silvina Batakis. Aumentan más los precios en una semana que en todo un año en países ordenados.
A pesar de la certeza que, en los primeros días del 2022, el por entonces ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, mostraba en torno a una inflación del 30 por ciento para el resto del año, los números que arrojaron los organismos estatales y las encuestadoras privadas fueron, ciertamente, mucho más preocupantes.
El mes de junio, a pesar de los intentos del gobierno de Alberto Fernández de anticipar una cifra por debajo de los cinco puntos porcentuales, sorprendió con una variación del 5.3 volviendo a la tendencia alcista, y acumulando 36.2 por ciento en lo que va del año.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) echaron por tierra las esperanzas del gobierno y sembraron el pánico respecto a lo que vendría durante el mes de julio. Dicho mes llegó y, de acuerdo a algunas agencias privadas, promete ser un verdadero terremoto en los cimientos de la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis.
De acuerdo al Índice de Precios del Consumidor de Mercado Libre, la inflación que, hasta el momento, se ha acumulado durante el mes de julio es de 21.39 por ciento. Una cifra sorprendente que, de confirmarse, daría por tierra todos los planes del área económica.
El índice, basado en los guarismos de la prestigiosa compañía argentina, muestra una inflación acumulada del 48.05 por ciento en lo que va del año, con una variación durante el mes de julio que promedia el 0.83 por ciento diario. Es decir, en pocas palabras, que de confirmarse esta tendencia, Argentina tendría en un solo día, una variación similar a la que numerosos países desarrollados tienen en todo un año.
A contrarreloj, Batakis deberá torcer estos gráficos a fuerza de nuevas medidas que lleven al país, que ya atraviesa un periodo de inflación descontrolada, a nuevas cifras que, si bien elevadas, se encuentren dentro de los márgenes de maniobra del programa anual del ministerio de Economía.
Fuente Realpolitik
