MADRID, España.- Poco más de dos meses después de la explosión del Hotel Saratoga, en La Habana, ocurrida el pasado 6 de mayo, el inmueble se encuentra apuntalado y rodeado por una valla.
Solo unos días posteriores al siniestro, Ángel Vilaragut Montes de Oca, viceministro primero de la construcción, declaró a la revista Bohemia: “Con lo que tenemos hasta este minuto sí es posible restaurar el edificio. Sin dudas, hay un grupo de lugares afectados a los que aún no hemos logrado tener acceso”.
En medio de la crisis económica y de vivienda que atraviesa el país, Montes de Oca insistió: “Hasta hoy, el edificio es recuperable”; aunque implique un elevado gastos de recursos que no estaban planificados.

También a mediados de mayo, cuando aún se realizaban trabajos de búsqueda y rescate de las víctimas, la prensa oficialista anunció que al concluir estas labores la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas monitorearía la instalación a partir de sensores ubicados en diferentes lugares. Así como precisó que el vaciado de la piscina, ubicada en el último piso del hotel, se realizaría por etapas y se desmontarían las estructuras que presentaban una deformación.
La explosión no solo dejó semidestruido al Saratoga, principalmente su fachada y el lateral, los cuales fueron derribados completamente hasta el tercer piso por el impacto, sino que también provocó estragos en 17 de los inmuebles colindantes, de los cuales la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana se ocupó de cuatro de ellos: el Teatro Martí, el Capitolio Nacional, la Asociación Cultural Yoruba y la Iglesia Bautista El Calvario.

Tras el siniestro, una de las primeras acciones de la Oficina en el emblemático teatro Martí fue la limpieza de los escombros y recuperación de lo que se podía reutilizar, para lo cual desmontaron la carpintería y clasificaron los herrajes y rejas descolocados.
El arquitecto cubano Vladimir Calderón Frías, en declaraciones a CubaNet, explicó que aunque el Saratoga había sido reparado antes de la explosión, no estaba suficientemente reforzado debido a su antigüedad.
Sobre la afectación a los edificios colindantes, el especialista señaló el inmenso riesgo que implica la construcción de hoteles para el turismo en zonas como La Habana Vieja.
El accidente en el Hotel Saratoga dejó un saldo de 99 personas lesionadas y 47 fallecidas (25 hombres y 22 mujeres).
La mayoría de las víctimas fueron trabajadores del hotel que realizaban labores de reforma para su reapertura, que estaba prevista para el 10 de mayo de 2022, tras dos años cerrado por la pandemia de la COVID-19.
La última persona que permanecía hospitalizada fue dada de alta el pasado 28 de junio.
Entre los fallecidos se encontraba la turista española Cristina López-Cerón que estaba de visita en Cuba para celebrar los 30 años recién cumplidos de su novio, César Román.
Aunque las autoridades cubanas indicaron que la explosión se debió a un escape de gas, hasta el momento no hay un reporte oficial de las causas que provocaron el siniestro.
El Hotel Saratoga se construyó en 1880 y funcionó en sus inicios como almacén.
Ubicado en el Paseo del Prado de La Habana, frente a la Fuente de la India, fue inaugurado como hotel en 1933. En el año 2005 se le realizó una gran restauración llevada a cabo por la Oficina del Historiador de la Ciudad, con motivo del 486 aniversario de la fundación de San Cristóbal de La Habana.
Reabrió como un lujoso hotel de cinco estrellas, con 96 habitaciones, tres bares, dos restaurantes y centro de negocios. Posteriormente se le incluyó spa y gimnasio con equipos de alta gama.
En el inmueble se habían hospedado personalidades internacionales como la reina del pop, Madonna, la cantante estadounidense Beyoncé y su esposo el rapero Jay-Z.

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Fuente Cubanet.org