El pasado lunes 11 de julio comenzaron las reparaciones del gasoducto Nord Stream, cortando unos flujos que desde el 14 de junio fluían tan solo al 40% de su capacidad. Actualmente el envío de gas a Europa a través de esta tubería es nulo, y así permanecerá por lo menos hasta el próximo jueves 21, fecha en la que está previsto que se terminen las labores de mantenimiento.
Europa, y sobre todo Alemania, temen que la tensión geopolítica actual incite a Putin a aprovechar este parón de mantenimiento para cortar de manera definitiva el envío de gas hacia el viejo continente, sirviendo así como arma para presionar a Berlín y a Bruselas.
En medio de todo esta tensión, y con la invasión rusa a Ucrania de por medio, el monopolio estatal ruso para las exportación de gas, Gazprom, estableció este domingo un nuevo récord histórico en su envío diario del combustible hacia China.
“El 17 de julio se estableció un nuevo récord histórico para el volumen diario de suministro de gas ruso a China a través del gasoducto Power of Siberia”, ha informado Gazprom, subrayando que las entregas de gas al gigante asiático se realizan en virtud de un contrato a largo plazo entre Gazprom y la China National Petroleum Corporation (CNPC).
Según datos del informe semestral de la compañía rusa, entre enero y junio de 2022 las exportaciones de gas hacia China a través del gasoducto habían aumentado un 63,4%, hasta 7.500 millones de metros cúbicos.
El nuevo botón rojo del Kremlin
Rusia vende a China el gas de los yacimientos del este de Siberia, que no están conectados a sus gasoductos con destino al oeste, aunque Gazprom trabaja en la construcción de un interconector que en el futuro podría permitirle redirigir el gas de sus vecinos europeos hacia nuevos clientes en Asia. Así, la Rusia de Putin prepara una obra titánica que sitúa al país más extenso del mundo, y concretamente a la región de Siberia, en un punto neurálgico de la nueva guerra fría entre Oriente y Occidente.
El gasoducto llamado Power of Siberia 2 unirá la península de Yamal, al noroeste de esta región, con Pekín. Esto gracias a una gigantesca obra de ingeniería que recorrerá más de 4.000 kilómetros: 2.600 en territorio ruso, 980 en Mongolia y los últimos 560 en China, según la consultora IHS Markit. La principal gasista del mundo, Gazprom, se encargará de operar dicho proyecto.
Ni siquiera se conoce el trazado exacto, lo que hace imposible delinear un mapa preciso de cuáles serán las conexiones de la infraestructura con la red existente. Sí se sabe, sin embargo, que las previsiones oficiales indican que las obras de este gran proyecto comiencen en 2024, y pongan punto final en 2030.
El pasado lunes 11 de julio comenzaron las reparaciones del gasoducto Nord Stream, cortando unos flujos que desde el 14 de junio fluían tan solo al 40% de su capacidad. Actualmente el envío de gas a Europa a través de esta tubería es nulo, y así permanecerá por lo menos hasta el próximo jueves 21, fecha en la que está previsto que se terminen las labores de mantenimiento.
Fuente El Confidencial