Las habilidades blandas o soft skills son rasgos de personalidad, habilidades socioemocionales, de comunicación, lenguaje y hábitos que moldean los vínculos que los individuos establecen con otras personas. En lo laboral, se relacionan con la capacidad para interactuar efectivamente con colegas, jefes y clientes y son complementarias a las habilidades duras.
“Si bien las habilidades técnicas seguirán siendo demandadas por las organizaciones, las habilidades blandas están cobrando cada vez mayor relevancia en los procesos de reclutamiento, al punto de que muchas empresas están priorizando el bagaje de competencias socioemocionales y de comunicación que tiene un candidato por sobre su formación académica, diplomas y especialidades que posea. En un contexto en el que el cambio se instaló como una variable permanente, la flexibilidad, poder tomar distancia, no frustrarse y tener la capacidad de adaptarse a entornos en movimiento es una de las principales habilidades blandas que las empresas valoran particularmente”, afirmó Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.
Los especialistas en gestión del talento de Randstad aseguran que estas son las 6 habilidades blandas buscadas por los reclutadores en un candidato para cubrir cualquier posición:
Flexibilidad y adaptación al cambio
En un contexto donde el cambio se ha instalado como la única constante, la capacidad de adaptación a cambios e imprevistos es un activo clave que todas las empresas valoran. Los expertos en recursos humanos buscan candidatos que puedan acomodarse a distintas situaciones y puestos de trabajo, que sean flexibles y a la vez tengan el aplomo para afrontar con éxito cualquier desafío que se les presente. La flexibilidad también se relaciona con la capacidad de integrarse de manera armónica en equipos de trabajo diversos, intergeneracionales y multiculturales, así como también supone la capacidad de adquirir nuevos conocimientos y de actualizarse permanentemente.
Comunicación
La habilidad comunicativa es otro de los factores más valorados por las empresas a la hora de reclutar talento. La comunicación es clave para entenderse en entornos laborales donde la mayoría de las veces los intercambios están mediados por la tecnología, a través de herramientas como las videollamadas, el email o elchat. Una comunicación efectiva resulta clave para poder tener un buen relacionamiento con jefes, colegas, colaboradores y clientes. Ser comunicativo implica tener la habilidad de escuchar, ser honesto, abierto, empático y respetuoso con el otro. Supone la capacidad de observar, comprender y relacionar ideas y poder expresarlas de manera clara y ordenada. También se relaciona con la capacidad de hablar en público y presentar ideas y proyectos frente a cualquier audiencia.
Organización y gestión del tiempo
La pandemia ha modificado la forma de trabajar y hoy más que nunca se tiende al trabajo por objetivos, donde la organización, la autonomía y una buena gestión del tiempo son fundamentales tanto para la productividad como para el bienestar de las personas. En este contexto, donde muchas organizaciones viraron al trabajo 100% remoto o mantienen esquemas de trabajo mixto, la autogestión y una buena organización del tiempo están entre las habilidades más buscadas en los profesionales por los especialistas en recursos humanos. Estos factores están asociados a la vez con valores como la responsabilidad y el compromiso, y se ven reflejados en comportamientos como la puntualidad y la entrega a tiempo de tareas. Se trata de una competencia que influye en el funcionamiento general de la organización y de los equipos y adquiere mayor relevancia en ámbitos de trabajo que hoy tienden a ser más abiertos y horizontales.
Trabajo en equipo
Hoy las organizaciones poseen estructuras cada vez más horizontales, con dotaciones diversas y heterogéneas, por lo que la capacidad de trabajar en equipo y en forma colaborativa resulta fundamental para cualquier posición. Esto supone una buena predisposición para trabajar en proyectos comunes, generando relaciones de confianza entre los integrantes. Implica tener una postura colaborativa, que promueva la cooperación para hacer que el resultado del conjunto sea siempre muy superior a la suma de los aportes individuales.
Proactividad y capacidad resolutiva
La resolución de problemas es una competencia netamente humana que suma mucho a la hora de evaluar a los candidatos para una posición de responsabilidad y liderazgo. Una persona resolutiva es la que comprende los objetivos organizacionales y actúa en base a los mismos con rapidez y convicción. Son personas proactivas, seguras de sí mismas, enfocadas, con capacidad de análisis y de acción, que pueden balancear de manera efectiva la mirada de largo plazo con la de corto.
Creatividad e innovación
La creatividad es la habilidad de encontrar soluciones innovadoras frente a problemas inesperados. Se relaciona con la observación, la imaginación, el ingenio y la intuición, con el animarse a plantear ideas novedosas que ayuden al crecimiento de la organización. No es algo que sea necesariamente innato, sino que es parte de una actitud, una forma de pararse frente a los desafíos que puede desarrollarse. En algún punto, es un estado de insatisfacción que moviliza a las personas para salir de la zona de confort y buscar siempre ir hacia adelante y mejorar.
“El paso de la pandemia ha sido también una prueba de fuego para los liderazgos en las organizaciones. Las personas han debido adaptarse a situaciones extremas, a la incertidumbre y a gestionar con variables en cambio permanente. En este contexto es que las habilidades blandas ganaron protagonismo y se volvieron indispensables para cualquier posición y para todas las áreas de las organizaciones. Resultan un activo clave en un marco de gestión corporativa con foco en las personas, en su bienestar, en el desarrollo profesional y en la construcción de trabajo en equipo”, agregó Andrea Ávila.
Hoy, con equipos diversos, multiculturales, intergeneracionales y muchas veces remotos, la capacidad de liderazgo para los mandos medios resulta indispensable Se trata de la habilidad de inspirar y motivar a los equipos en pos de un objetivo común. Son personas que manejan una buena comunicación, saben delegar tareas y son empáticos con sus colaboradores. Además, deben saber negociar, ser flexibles y tener la capacidad de argumentar sus ideas para persuadir a los demás y lograr acuerdos y consensos, especialmente en equipos remotos y distribuidos en distintos países y husos horarios. En otras palabras, el contexto demanda líderes con muy buen desarrollo de sus Soft Skills.
Fuente Ambito