
La operación, que se concretó con el uso de drones de precisión, presentaba múltiples desafíos para la inteligencia estadounidense, afirmaron fuentes de la administración a la cadena CNN.
El presidente Biden usó un modelo a pequeña escala de la casa de seguridad de Al Zawahiri, construido por funcionarios de inteligencia y colocado dentro de la Sala de Situación de la Casa Blanca para analizar las opciones, y solo un reducido grupo de asesores estuvo al tanto de los preparativos para evitar filtraciones.
De acuerdo a las fuentes, la mayor preocupación del mandatario fue evitar la muerte de civiles durante la operación para abatir al cerebro de los ataques del 11-S, cuando aún está presente en la opinión pública el recuerdo de un ataque con drones durante la caótica retirada en Afganistán que mató a una familia.
Al Zawahiri estaba refugiado en una vivienda en el centro de Kabul y que compartía con su familia, por lo que la orden de Joe Biden de evitar bajas civiles cobró primordial importancia. Ninguno murió, según la Casa Blanca.
Tres meses de seguimiento
La primera información sobre el paradero del jefe de Al Qaeda llegó a manos de Biden en abril, luego de que la inteligencia de Estados Unidos estableciera una serie de patrones en el comportamiento de las mujeres de la familia Al Zawahiri que permitieron confirmar la presencia del terrorista en una casa de seguridad en Kabul.
Según CNN, el seguimiento permitió establecer rutinas dentro de la vivienda, incluida la periódica aparición de Al Zawahiri en el balcón de la casa durante períodos prolongados de tiempo.
Con esa información, el presidente Joe Biden ordenó el monitoreo y estudio de la estructura del edificio y el diseño de una operación que no comprometiera la integridad de la vivienda, ubicada en una zona residencial de Kabul, para evitar muertes civiles.
“A medida que avanzaban mayo y junio, Biden se mantuvo al tanto de los acontecimientos. El 1 de julio, reunió a funcionarios clave de seguridad nacional en la Sala de Situación para recibir información sobre una operación propuesta. El director de la CIA, Bill Burns; la directora de inteligencia nacional, Avril Haines; el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, y la asesora de seguridad nacional Liz Sherwood Randall se sentaron alrededor de la mesa”, contó CNN.
De acuerdo al relato de fuentes de la Casa Blanca, el medio reconstruyó que el presidente cuestionó todo tipo de opciones a partir del análisis de la casa a escala que le habían preparado: desde cómo el sol podría iluminarla hasta cómo el clima podría afectar cualquier operación.
Durante todo julio, las reuniones del equipo de seguridad fueron periódicas y Joe Biden cuestionó la información hasta estar plenamente seguro de la operación. Lo que ocurrió el 25 de julio, mientras se aislaba por Covid-19 en la residencia de la Casa Blanca, durante una sesión final en la que preguntó a cada asesor su opinión sobre el golpe contra el jefe de Al Qaeda.
Luego autorizó un “ataque aéreo preciso a la medida” para acabar con el objetivo, dijo CNN.
La preparación de la mortal operación contra Al Zawahiri demoró cinco días. A las 6:18 am de Kabul el lunes, dos misiles Hellfire fueron disparados contra el balcón de la casa de seguridad asesinando al hasta entonces terrorista más buscado del mundo.
Fuente Ambito