Un estudio de la universidad privada Fundación Getulio Vargas (FGV) indicó que Brasil debería tener deflación en el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de julio y que probablemente esta situación se repita en agosto.
El índice de la cuarta semana de julio tomado por la FGV tuvo una deflación del 1,19%.
En junio de 1998, Brasil tuvo la mayor deflación mensual (-0,51) de la historia desde la implementación del Plan Real.
El precio de los alimentos en alza
El 9 de agosto será divulgado el índice oficial de inflación de julio por parte del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
El precio promedio de los combustibles retornó a los niveles de agosto de 2021 con la baja impositiva, toda vez que el gobierno evitó cambiar la política de paridad de precios internacionales de la petrolera estatal Petrobras, que está generando ganancias extraordinarias para los accionistas privados.
Los analistas indican que esta reducción no debe incluir a los precios de los alimentos, que continúan en alza.
Un tercio de la población brasileña no logra comprar alimentos para comer diariamente, según una encuesta del instituto Datafolha publicada el martes.
El lunes, en el boletín semanal Focus del Banco Central, el mercado financiero redujo la previsión para la inflación oficial de este año de 7,30 a 7,15%, mientras que para 2023 pasó de 5,30 a 5,33%.
La meta oficial es una inflación de 3,50% en 2022 y de 3,25% el año próximo, en ambos casos con 1,5% de tolerancia.
Fuente Ambito