El informe elaborado por Cecilia Farré, de la Red Argentina de Periodismo Científico, para la plataforma Télam-Confiar especializada en ciencia, salud, ambiente y tecnología, señala que “ los microplásticos están presentes en todos los entornos naturales del mundo, al punto tal que los investigadores ya hablan de una pandemia de plástico”.
En el marco del programa de Dinámica del Plancton Marino y Cambio Climático del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), la doctora en biología e investigadora del Conicet Rosana Di Mauro analiza desde 2018 muestras de agua que se toman todos los meses en la Estación Permanente de Estudios Ambientales, a 50 kilómetros de la costa de Mar del Plata.
“Tenemos muchas fuentes de información de lo que viene con el plancton y con los peces, y estamos bastante sorprendidos con la cantidad de microplásticos que estamos encontrando: no baja de 10 partículas por litro”, indicó a Télam-Confiar la investigadora.
La situación se repite en Bahía Samborombón donde los científicos hallaron microplásticos en los estómagos de juveniles de peces y en el agua.
Según un estudio publicado a mediados de mayo en la revista científica Environmental Pollution en la que Di Mauro es la primera autora, las microfibras de origen antropogénico son muy abundantes en este ambiente, probablemente por acción de la Corriente Circumpolar Antártica.
El documento agrega que “este entorno de mar abierto podría ser uno de los lugares más contaminados del mundo”.
“En un estudio en corvinas en el estuario de Bahía Blanca, encontramos microplásticos en los 20 ejemplares analizados y un total de 241 partículas”, explicó el investigador Andrés Arias del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO-Conicet) y del Departamento de Química en la Universidad Nacional del Sur.
Otro análisis de nueve pingüinos magallánicos juveniles del Atlántico Sur mostraron la presencia de microplásticos en todas las muestras con un promedio de 51 partículas por individuo, durante su recuperación en la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo “Indio” Fidalgo.
La investigación estuvo liderada por la bióloga marina del IADO, Tatiana Recabarren y también participó Arias.
“Distintos estudios han evidenciado que la exposición a ciertas concentraciones de microplásticos tiene un efecto físico en la capacidad de absorción de alimentos ya que algunas especies han disminuido su performance energética”, mencionó el investigador adjunto en el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras de la Universidad Nacional de Mar del Plata-Conicet, Mauricio Díaz Jaramillo.
Fuente Ambito