Durante su exposición, el director ejecutivo del organismo del Ministerio de Transporte repasó la relación entre el alcohol y la siniestralidad vial: “En Argentina, el alcohol está presente en al menos uno de cada cuatro siniestros viales que terminan con personas muertas y los principales afectados son los jóvenes”.
Con respecto a los efectos de conducir luego de tomar bebidas alcohólicas, Martínez Carignano mencionó que, aunque un conductor haya consumido alcohol en cantidades mínimas, el riesgo de provocar un siniestro vial es 3 veces mayor que el de un conductor sobrio. Estas probabilidades se multiplican por 10 y hasta por 30 veces cuando el alcohol consumido varía entre los 0,5 g/l y 1,2 g/l.
Entre otros temas, también repasó las experiencias y resultados positivos en cuanto a la baja de siniestralidad de los países de la región que ya implementaron la medida, como son los casos de Brasil, Uruguay y Paraguay.
En este punto también resaltó que en ninguno de estos países se registró un impacto negativo sobre la producción y consumo de bebidas alcohólicas, en contraposición a lo que se piensa sobre que esta ley iría en contra de la industria.
Fuente Ambito