“Recibimos la respuesta de Irán el lunes por la noche. La estamos estudiando y estamos consultando con los demás socios” del acuerdo en cuanto a “la forma de avanzar”, indicó a AFP una vocera de Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea y facilitador de las recientes negociaciones indirectas entre Teherán y Washington.
Hora antes, Teherán dijo haber enviado su respuesta al “texto final” elaborado por la Unión Europea, a la espera de una respuesta rápida.
“Irán envió su respuesta escrita a un borrador del proyecto de acuerdo de Viena, y anunció que se alcanzará un acuerdo si Estados Unidos reacciona con realismo y flexibilidad“, indicó la agencia oficial Irna.
La respuesta de Irán
Según la agencia iraní Isna, que cita a una “fuente informada”, Teherán espera ahora “recibir la respuesta de la otra parte en los dos próximos días”.
“Los desacuerdos tienen que ver con tres puntos. Estados Unidos ha expresado verbalmente su flexibilidad en dos de ellos, pero eso debería incluirse en el texto”, indicó a su vez la agencia sin más precisiones.
“La tercera cuestión tiene que ver con la garantía de que el acuerdo es duradero, y eso depende del realismo de Estados Unidos a la hora de darle tranquilidad a Irán”, agregó.
Ninguna de las partes precisó cuáles son los puntos en suspenso. La demanda iraní de que Estados Unidos retire a los Guardianes de la Revolución de su lista negra ya no está en el orden del día, según un alto funcionario europeo.
Sin embargo, y tras el precedente de 2018 con Trump, siguen sobre la mesa las exigencias de garantías por parte de Teherán sobre la durabilidad del acuerdo, y la demanda iraní de que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) cierre el capítulo de las instalaciones no declaradas en Irán, donde se encontraron restos de uranio enriquecido.
Según Mohammad Marandi, consejero del equipo iraní de negociadores, “las cuestiones en suspenso no son difíciles de arreglar. Tienen que ver con el temor de Irán respecto a los incumplimientos pasados de Estados Unidos y la Unión Europea”.
“No puedo afirmar que vayamos a alcanzar un acuerdo, pero estamos más cerca que antes“, escribió en Twitter.
Estados Unidos guarda silencio
El lunes, el Departamento de Estado norteamericano se negó a decir si Estados Unidos está dispuesto a aprobar el plan presentado por la UE, y se limitó a afirmar que tomará “contacto con el señor Borrell”.
“La única manera de lograr un regreso mutuo al JCPOA”, las siglas inglesas por las que se conoce el acuerdo, “es que Irán abandone sus demandas inaceptables, que van mucho más allá del acuerdo”, apuntó el Departamento de Estado.
El vocero del Departamento se negó igualmente a aclarar si Washington levantará sus sanciones en caso de que Teherán dé su visto bueno al texto de la UE.
Las enrevesadas negociaciones
Las negociaciones entre Irán y las grandes potencias, emprendidas en abril de 2021 en Viena, buscan reactivar el acuerdo internacional de 2015, que garantiza el carácter civil del programa nuclear de Irán, acusado de querer dotarse del arma atómica pese a sus reiterados desmentidos.
El compromiso “final” propuesto por la UE este 8 de agosto, después de un hiato de meses en las conversaciones, propicia el regreso de Estados Unidos al acuerdo, del que se retiró unilateralmente en 2018 por iniciativa del entonces presidente Donald Trump.
Igualmente permitiría el levantamiento de las sanciones estadounidenses impuestas a Irán, con la condición de que este país respete sus compromisos y deje de superar los límites prescritos de enriquecimiento de uranio, así como otras actividades nucleares sensibles que hacen temer una dimensión militar.
El acuerdo nuclear de 2015 fue firmado por Irán, de un lado, y del otro por Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Alemania y Rusia. El histórico pacto se vio torpedeado con la retirada de Washington en 2018 y el restablecimiento de las sanciones norteamericanas, que están asfixiando la economía iraní. En respuesta, Irán dejó progresivamente de cumplir sus compromisos.
Fuente Ambito