Casi en el mismo período, la Unión Europea dejó de tener cumbres con participación latinoamericana y concentró sus esfuerzos de influencia diplomática en su vecindario, con las crisis en Libia y Siria. La guerra en Ucrania vino a profundizar más ese fenómeno, azuzado además por la pandemia de Covid-19.
Como dato clarificador de la influencia china, el SEAE –dirigido por Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea- destaca que 21 de los 33 países de América Latina y el Caribe se sumaron a la Nueva Ruta de la Seda.
Argentina, primer escalón en el nuevo camino
España espera liderar esa ofensiva para restablecer los lazos con la región.
Para ello, la Unión Europea culminará con una cumbre de máximo nivel durante el segundo semestre de 2023, durante la presidencia española, el “salto cualitativo” en la intensidad de las relaciones y contactos, informó El País.
“El camino para esa gran cita ya ha empezado a desbrozarse, con la convocatoria de una cumbre a nivel ministerial en Buenos Aires el próximo octubre”, agregó.
De acuerdo al plan, será clave que la Unión Europea presente medidas que ayuden a los países latinoamericanos a superar las consecuencias macroeconómicas de la guerra en Ucrania.
La región afronta una tormenta económica perfecta, “con subidas de tipos de interés y con el margen fiscal agotado”, recomendó Javi López, eurodiputado y presidente de la delegación europea en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana.
Giro a la izquierda en América Latina
El informe destaca, además, lo que la Unión Europea considera como “políticos antiestablishment” que han llegado al poder en varios países como los casos de Pedro Castillo en Perú, Gabriel Boric en Chile, Xiomara Castro en Honduras, Rodrigo Chaves en Costa Rica o Gustavo Petro en Colombia.
Esos gobiernos coinciden en una política internacional “menos atlantistas y más abierta a alianzas alternativas a las tradicionales”, que pasaban por Europa o Estados Unidos, indicó una fuente comunitaria a El País.
Un eventual triunfo de Lula da Silva en las elecciones de octubre en Brasil terminaría consolidar esa “remarcable transición”, como lo define el documento, con presidencias que giran de la derecha a la izquierda.
Para la Unión Europea, todo eso podría traducirse en que China y Rusia conquisten apoyos en los foros multilaterales. “La UE necesita impulsar de manera sistemática su compromiso multilateral con los países de Latinoamérica y Caribe en vistas al aumento de la competencia de China, Rusia y otros por hacerse con votos en los foros multilaterales”, pide el SEAE.
Fuente Ambito