En una conversación telefónica, Putin y Macron abogaron por el envío “lo más pronto posible” de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a esa planta del sur de Ucrania, ocupada por las tropas rusas desde marzo, a fin de “evaluar la situación real en el terreno”, indicó el Kremlin.
Putin achacó a militares ucranianos “el bombardeo sistemático del territorio de Zaporiyia“, que “crea el riesgo de una catástrofe de gran magnitud“, agregó la Presidencia rusa en un comunicado.
Ucrania asegura que Rusia almacena armas pesadas en la planta y que desde allí bombardea posiciones ucranianas, lo que Moscú niega.
Por otra parte, Vladímir Putin aceptó que la misión de inspección pase por Ucrania, “respetando la soberanía” ucraniana, indicó el Palacio del Elíseo.
Temor de una catástrofe nuclear en Ucrania
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, instó a Naciones Unidas a garantizar la seguridad del sitio, tras recibir el jueves al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y al secretario general de la ONU, António Guterres, en Leópolis (oeste).
El presidente turco se declaró “preocupado” ante el peligro de “otro Chernóbil“, en referencia al accidente de esa central ucraniana en 1986, el peor de la historia nuclear civil. Mientras que Guterres afirmó que cualquier daño infligido a la planta sería un “suicidio”.
Este viernes, el secretario general de la ONU pidió que Rusia se abstuviera de cortar el suministro de Zaporiyia a la red eléctrica de Ucrania, haciéndose eco de los temores expresados por el operador de las centrales ucranianas, Energoatom.
El corte del suministro privaría de electricidad a cuatro millones de hogares ucranianos.
“Por supuesto, la electricidad de Zaporiyia es ucraniana”, dijo Guterres en la ciudad portuaria de Odesa (sur). “Naturalmente, su energía debe ser utilizada por el pueblo ucraniano”, declaró más tarde a la AFP.
Fuente Ambito