Se espera que la Administración estadounidense transmita pronto su respuesta a los comentarios de Irán sobre el texto del acuerdo entregado a las partes por los europeos al final de la última ronda de conversaciones en Viena.
Por Eldad Shavit y Sima Shine
Aunque se definió una “versión final”; las partes no anunciaron su aceptación y aún existen vacíos y demandas iraníes, principalmente en el ámbito de las garantías que se darán a Irán si la próxima administración en Washington decide salirse otra vez del acuerdo.
Tanto los iraníes como los estadounidenses están tomando medidas para preparar a la opinión pública, ante la esperada oposición interna y externa; mientras minimizan el alcance de las concesiones que han hecho y destacan los logros, siempre y cuando se firme un acuerdo.
Hasta el momento, no se han proporcionado detalles oficiales sobre el contenido del acuerdo, y la mayor parte de la información que existe proviene de filtraciones de fuentes iraníes.
La esencia del acuerdo es que Estados Unidos eliminará las sanciones que se volvieron a imponer a Irán después de que la Administración Trump se retirara del acuerdo y, como resultado, Irán reanudará las exportaciones de petróleo, podrá recibir las grandes sumas de dinero congeladas en los países que compraron petróleo y no pudieron transferir los pagos a través del sistema bancario, y podrá disfrutar del libre comercio y la cooperación económica.
Todo ello, hasta donde se sabe, se realizará por etapas a lo largo de seis meses ante las medidas iraníes en el ámbito del programa nuclear, pero de forma que responda a la demanda de Irán de examinar la implementación del levantamiento de las sanciones en cada etapa.
La mayor parte de la atención de Israel debe dirigirse a los nuevos arreglos con respecto a las partes del programa nuclear en las que Irán ha avanzado en los últimos años.
Esto se aplica a los altos niveles de enriquecimiento y las consecuencias de esto para la remoción del material fisible fuera de las fronteras de Irán, así como a la operación de nuevas centrífugadoras que permanecerán en su territorio.
Independientemente de lo que se determine en el acuerdo, las capacidades mejoradas que Irán ha ganado y probado le permitirán avanzar en sus planes en el futuro en un calendario acelerado con respecto a lo que era cierto en el momento de la retirada estadounidense del acuerdo.
Además, las preguntas abiertas ante el OIEA [Organismo Internacional de Energía Atómica] aún constituyen un tema que está lejos de resolverse y puede enturbiar aún más tanto el proceso de implementación del acuerdo como las relaciones con Occidente.
La capacidad de influencia de Israel en la etapa actual es principalmente limitada, si se enfoca en tratar de motivar a la administración estadounidense para que no acepte el acuerdo, ya que la administración todavía ve la solución diplomática como el mejor camino.
Los principales esfuerzos, que incluyen la visita del jefe del Consejo de Seguridad Nacional a Washington esta semana, deben centrarse en promover un diálogo para formular una posición común para los dos países al día siguiente de los dos escenarios posibles: la realización de un acuerdo, o alternativamente, su colapso, ya que no debe tomarse como una hipótesis de trabajo de que los intereses de los Estados Unidos e Israel son los mismos y no habrá diferencias de opinión con respecto a los cursos de acción requeridos.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
Fuente Aurora