LA HABANA, Cuba.- Más rápido de lo que muchos pensaban, el oficialismo cubano aprovechó una de las habituales Mesas Redondas de la televisión para informar que se completaba la implementación del mercado cambiario.
A partir de este 23 de agosto el sistema financiero del país comenzó la venta de moneda libremente convertible (MLC) a la población. Un tipo de operación que complementa el experimento que se había iniciado a principios del actual mes de agosto, con la compra por los bancos de las divisas que quisieran vender las personas naturales y otros actores económicos no estatales.
Según se informó, el gobierno no hará ninguna asignación de divisas para la venta a la población. La moneda libremente convertible que se oferte a las personas naturales será exclusivamente la que los bancos compren de las ventas previas que hagan la ciudadanía y el resto de los actores.
Hay un detalle significativo que no podemos pasar por alto. Tanto el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, como la presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Wilson, quienes fueron los panelistas de la citada Mesa Redonda, insistieron en que la venta de MLC se efectuará en la red de CADECA y no en los aeropuertos.
Lo anterior indica que las autoridades pretenden recoger el exceso de moneda nacional que se halla en circulación, sin una adecuada contrapartida en bienes y servicios, lo que constituye una de las fuentes que avivan la inflación, y por eso le venderán únicamente MLC a los cubanos de la isla, que pagarán en moneda nacional, y no a los extranjeros que arriben al país. Hay que tomar en cuenta que esta medida de completamiento del mercado cambiario coincide con lo que informan varias fuentes, en el sentido de que Cuba ocupa el segundo lugar en el mundo con la peor tasa de inflación.
Entonces debemos convenir en que esta facilidad que se les brinda a los cubanos de la isla no es en verdad una “bondad” hacia nuestros compatriotas, tal y como quisieron hacer ver los panelistas del citado espacio televisivo. Se trata de una jugada bien pensada en aras de lograr un objetivo que hasta ahora, con su crónico déficit de ofertas, no han podido alcanzar.
Fue rotunda la negativa de ambos panelistas a la posibilidad de que los dólares que la población adquiera puedan transferirse a las tarjetas magnéticas que permiten las compras en las tiendas en MLC. Y si rotunda fue la negativa, desconcertante fue la justificación para ello: no se puede por el “bloqueo” de Estados Unidos. Así, sin brindar una explicación convincente, los gobernantes cubanos, una vez más, acuden a su “paño de lágrimas” que los exonere de responsabilidades.
No faltan los que opinan que esta negativa a aceptar los dólares “cubanos” para recargar las tarjetas magnéticas obedece al desabastecimiento que también exhiben las tiendas en MLC, y que insta a las autoridades a no aumentar la demanda sobre ellas.
Todo hace indicar que la mayor presión de compra estará sobre el euro y las otras monedas que sí se puedan transferir a las tarjetas magnéticas. Los dólares, en cambio, serán preferidos por aquellos que piensen emigrar o realizar un viaje ocasional al exterior.
De todas maneras, la forma en que va a venderse MLC, que siempre será escasa pues dependerán de las compras que previamente hayan hecho los bancos, va a posibilitar el favoritismo y la corrupción de los empleados de CADECA. A la postre, dos anomalías inherentes a cualquier paso que dé la economía castrista.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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Fuente Cubanet.org