“Soy un ser humano. A veces también aspiro a la alegría, a la luz y al placer en medio de estos oscuros nubarrones”, declaró, con voz trémula, durante un acto organizado por su formación, el Partido Socialdemócrata (SPD), en Lahti, en el sur de Finlandia.
“Esto es algo privado, es alegría y vida”, declaró Marin, con los ojos empañados. “Pero no he faltado ni un solo día a mi trabajo”.
La semana pasada se filtraron en redes sociales imágenes de la primera ministra de 36 años en las que se la ve divirtiéndose en una fiesta privada con amigos y famosos y que han generado controversia.
Hay quien la acusa de haberse comportado de forma inapropiada para el cargo que ostenta, y otros defienden su derecho a disfrutar de un acontecimiento privado en compañía de sus amigos.
En redes sociales, han cundido rumores acerca de un eventual consumo de estupefacientes, algo que la primera ministra de Finlandia rechazó. Para “disipar cualquier sospecha”, se sometió a un test de drogas la semana pasada, que dio negativo.
“Quiero creer que la gente observa lo que hacemos mientras trabajamos en lugar de lo que hacemos en nuestro tiempo libre”, declaró el miércoles Sanna Marin, admitiendo que la semana pasada fue “bastante difícil”.
El martes, Marin, la primera ministra más joven de Europa, volvió a copar las portadas de los diarios al disculparse por otra foto tomada en su residencia en julio.
En la imagen, publicada por medios finlandeses, se ve a dos mujeres besándose y levantándose la blusa, dejando su pecho al descubierto pero tapado con un cartel que reza “Finlandia”.
“Creo que la foto es inapropiada, me disculpo. Esta foto no debería haberse tomado”, declaró Marin a la prensa. La dirigente explicó que en ese momento, unos “amigos” se encontraban en su residencia para “pasar una velada” juntos e ir al sauna.
Fuente Ambito