Por Carlos Galván
Enojo por los recortes de fondos a las obras sociales y con el documento cegetista en apoyo a Cristina Kirchner.
El anuncio del Gobierno de que girará de acá a fin de año solo $ 1.500 millones a las obras sociales sindicales parece haber colmado la paciencia de un poderoso grupo de gremios. Este miércoles sus jefes estuvieron reunidos y de ahí surgió una amenaza concreta: evalúan alejarse de la CGT y conformar una nueva central sindical.
De la reunión de este miércoles participaron sindicatos clave y de enorme poder de fuego: estuvieron Roberto Fernández, líder de los colectiveros de la UTA, el maquinista Omar Maturano, el mercantil Armando Cavalieri, el estacionero Carlos Acuña -es co secretario general de la CGT-, Daniel Vila (Carga y Descarga), entre otros referentes gremiales.
El anfitrión fue el gastronómico Luis Barrionuevo. “Yo no estoy en la CGT, no me traigan problemas a mí“, los recibió el histórico sindicalista en broma.
Héctor Daer y Pablo Moyano. Emmanuel Fernández.
Las broncas entre los dirigentes sindicales que participaron de la reunión son muchas. La última es la millonaria poda en los fondos destinados a las obras sociales que administran los sindicatos resuelta por el ministro de Economía, Sergio Massa.
“Marchas para reclamar más y en vez de más te dan menos“, apuntó a Clarín un dirigente en referencia a la masiva protesta de la CGT de la semana pasada.
Pero lo del recorte de fondos fue lo último de una seguidilla de irritaciones que manifiestan en un sector de gremios cegetistas.
Esta semana, por ejemplo, en varios gremios se habían enojado profundamente con el comunicado del lunes firmado por el “Consejo Directivo Nacional” de la CGT en apoyo a Cristina Kirchner. El tema volvió a ser discutido en la reunión de este miércoles.
“Difundieron un comunicado que no había sido consensuado con nadie”, se quejó un dirigente. Otro sumó: “Involucraron institucionalmente a la CGT con la defensa de Cristina”.
En su comunicado del lunes, la CGT sostuvo que “un Gobierno nacional electo democráticamente no puede considerarse una asociación ilícita” (es uno de los delitos de los que está acusada la vice presidenta).
En otro párrafo sostuvieron: “No hay una sola prueba material que relacione a Cristina Fernández de Kirchner” con el direccionamiento de la obra pública en la provincia de Santa Cruz y que “el show mediático montado para sustentar la acusación tiene por finalidad dañar la imagen de la ex presidenta y de todo el peronismo”.
Roberto Fernández, jefe de la UTA.
No hace falta aclararlo: entre los gremios reunidos en Gastronómicos, ninguno comulga con el kirchnerismo.
Más broncas
Pero hay más motivos de enojo:
# A Pablo Moyano, número dos de Camioneros y uno de los tres co secretarios generales de la CGT, lo acusan de haberse adueñado de todo el tercer piso del histórico edificio cegetista de la calle Azopardo.
# A Moyano (h) también le apuntan por haber montado un escenario propio en la marcha de la CGT de la semana pasada. “Se había quedado que solo había un documento conjunto y que nadie iba a hablar. Y a Pablo le permitieron salirse con la suya”, dijeron a Clarín dirigentes que estuvieron en la cumbre de este miércoles.
# También rechazan que la CGT haya avalado este lunes un incremento del salario mínimo, vital y móvil del 21% en tres tramos.
“La CGT lo que debería haber hecho es no avalar, dejar que el Gobierno fijara el nuevo valor del mínimo por su cuenta. Terminamos pagando el costo con el Gobierno”, se cuestionó en la reunión de este miércoles.
# También se cuestionó que la CGT se haya movilizado la semana pasada con los movimientos sociales. “No tenemos nada que ver con los zurdos (sic)”, se quejó un poderoso dirigente sindical.
# El otro punto que genera enfado entre los dirigentes que se reunieron es que la mesa chica cegetista (la conforman Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y José Luis Lingeri) toma definiciones sin consultar al resto.
“Hay que barajar y dar de nuevo”, planteó un dirigente.
En la conducción cegetista buscaron bajar la tensión. “No hay riesgo de fractura”, señalaron a Clarín. “Hay que entendernos en la diversidad y mantener la unidad entre algunos que son menos tolerantes y otros que somos más tolerantes.”
También le apuntaron a Luis Barrionuevo, a quien cuestionaron por tratar de ganar protagonismo en la interna sindical. “Se quejan del documento por Cristina y Luis venía jugando con (el ministro del Interior) Wado De Pedro“, destacaron.
La presencia más sorpresiva de la reunión fue la del mercantil Armando Cavalieri, quien integra el grupo de “Los Gordos” y habitualmente está alineado con la mesa chica de la CGT.
En el gremio de Comercio dijeron que “Armando sabía bien a donde iba” y que el dirigente “está muy caliente” con el recorte en los fondos de las obras sociales.
Armando Cavalieri, titular de la Federación de Empleados de Comercio.
La duda en la noche de este miércoles era si lo de romper es una simple amenaza para negociar o es realmente factible.
Uno de los que participó de la reunión aseguró a Clarín: “Ya está decidido. Nos vamos”.
Por otro lado, en el encuentro Luis Barrionuevo discutió con los otros dirigentes sindicales su plan de lanzar el próximo 20 de septiembre el “Movimiento Sindical Peronista”, que se propone recuperar el peso político que hace 20 años tuvieron las 62 Organizaciones Peronistas.
Fuente Clarin