LA HABANA, Cuba. – Los apagones llegaron para quedarse, fieles a una consigna del Período de Continuidad. La situación sigue compleja y la solución será gradual, según se recuperen las capacidades de generación eléctrica, afirmó el ministro de Energía y Minas.
Con la explicación de Liván Arronte y sus colaboradores sobre la situación energética en la Mesa Redonda de este 24 de agosto, el Gobierno pretende lograr la resignación del pueblo para bajar la tensión social y que no continúe deteriorándose su imagen ante la comunidad internacional. Para eso, utiliza el prestigio de los afanosos trabajadores eléctricos.
Desde inicios de año se trabajó intensamente para garantizar el servicio durante los meses de verano, según enfatizaron las autoridades. Los incendios en los bloques de las termoeléctricas de Mariel y Felton, que estaban en mantenimiento, ocasionaron que se perdiera la reserva prevista, añadieron.
Las autoridades evitaron mencionar las tensiones que provocan los apagones durante las vacaciones, como ocurrió en los años iniciales del Período Especial.
En las explicaciones también se soslayó la ausencia del petróleo de Venezuela, mientras se aludió a las carencias por los altos precios y las dificultades para acceder a Europa y zonas muy lejanas como los mercados asiáticos.
El ministro y los otros panelistas del programa oficial tampoco se refirieron a la corrosión de las termoeléctricas por el uso de crudo cubano. Por supuesto, no faltaron las referencias al “bloqueo” de Estados Unidos.
Los ejecutivos sí explicaron que el mejoramiento probable del panorama energético será a finales de año, cuando se hayan recuperado más de 400 MW de potencia e incorporado 500 MW por nuevas inversiones. La reparación de las averías en cuatro unidades supondrían una inversión de 255 millones de euros que el Gobierno no poseé, dijeron.
Edier Guzmán Pacheco, director de Generación Térmica de la Unión Eléctrica (UNE), refirió que se cuenta con 20 bloques generadores, de los que 16 están disponibles. Cuatro tienen un estado efectivo de baja técnica temporal, por las averías de gran magnitud.
La estrategia es aumentar el plantel técnico que supera los 35 años de explotación, con recursos importados para fabricar piezas de repuesto dedicadas a las termoeléctricas y grupos electrógenos, e incrementar el uso de energías renovables.
Los “molestos” apagones, calificativo asimilado por el gobernante Miguel Díaz-Canel, en guiño al pueblo, han devenido insoportables y se extienden a veces por 12 o 14 horas. Se suman al hambre, la sed, los mosquitos, el calor y la tensa convivencia familiar. En Cuba desde hace décadas no se venden velas ni fósforos, linternas, alcohol y kerosene, pero hay “Revolución Energética” desde 2004.
En agosto, la ansiedad escaló al nivel de exasperación nacional con brotes de protestas y demandas de los cubanos comunes de Occidente a Oriente.
Los dirigentes político/militares en 63 años de totalitarismo no habían afrontado una crisis social de tal envergadura, con la disyuntiva de incrementar sostenidamente la represión o permitir la participación ciudadana en todas las esferas de la vida política, económica y social.
La tensión en la Isla continuará pese al éxodo masivo de cubanos a Estados Unidos y mientras el Gobierno no mejore las condiciones de sobrevivencia de la mayoría de la población.
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Fuente Cubanet.org