Con la investidura de los nuevos purpurados, el primer papa latinoamericano de la historia propone como modelo para el trono de Pedro a religiosos sensibles y cercanos a los problemas sociales, a la inmigración, que provienen de tierras lejanas, donde la Iglesia es minoritaria o está en crecimiento.
En la lista de 16 cardenales con menos de 80 años que se convirtieron hoy en parte del “gobierno de la iglesia” hay religiosos de India, Singapur, Mongolia, Timor Oriental.
También hay tres latinoamericanos: el arzobispo de Brasilia, Paulo Cesar Costa, el de Manaus, Leonardo Ulrich, el primer cardenal de la región amazónica, y el de Asunción, Adalberto Martínez Flores, quien se convirtió en el primer cardenal de Paraguay.
Entre los mayores de 80 años que recibieron el título cardenalicio se encuentra el colombiano arzobispo emérito de Cartagena de Indias, Jorge Enrique Jiménez Carvajal. Estos nuevos purpurados representan a la Iglesia de hoy, con una fuerte presencia en el hemisferio sur, donde vive el 80% de los católicos.
Siendo este el octavo consistorio, casi uno por cada año de papado, Francisco eligió 83 cardenales del total actual de 132 electores, es decir casi dos tercios (3 de cada 5 cardenales fue nombrado por Bergoglio). Una cifra determinante en caso de elección del nuevo papa, ya que justamente se requiere la mayoría de dos tercios.
Fiel a su línea a favor de una Iglesia menos europea, cercana a los olvidados, el papa nacido en Argentina eligió a dos africanos y cinco asiáticos, incluidos dos indios, confirmando el auge de ese continente.
Entre los nombramientos más notables figura el del estadounidense Robert McElroy, obispo de San Diego, en California, considerado un progresista por sus posiciones sobre los católicos homosexuales y el derecho al aborto.
Europa sigue siendo el continente más representado en el Colegio Cardenalicio con el 40%, por delante de América del Sur y Asia con 16% cada uno, África con 13% y América del Norte 12%.
Las ceremonias y los encuentros no terminan hoy en el Vaticano, los cardenales han sido convocados para una reunión paralela e inédita de dos días el lunes y martes. Se trata de una ocasión particular, oficialmente dedicada a la reforma de la Constitución pontificia, aprobada en marzo y en vigor desde el 5 de junio.
Esta reunión ha desatado todo tipo de especulaciones, en particular sobre el estado de salud del papa, quien fue operado de colon el año pasado y sufre de dolores en la rodilla derecha que le impiden caminar con normalidad y lo obligan a desplazarse en silla de ruedas.
Artemide Zatti: el nuevo santo argentino
Un emigrante italiano en Argentina, enfermero a su pesar, pero más popular y solicitado por los pacientes de su hospital que cualquier médico. Todo esto y mucho más es Artemide Zatti, nuevo santo, ejemplo de caridad.
Artemide llegó desde la provincia de Reggio Emilia, en Italia, cuando sólo tenía 17 años, en 1897. Su familia, como muchas otras, se vio empujada a cruzar el océano por el hambre, la pobreza y la falta de esperanza. Instalado en Bahía Blanca, comenzó a asistir a la parroquia local dirigida por los salesianos donde conoció al padre Carlo Cavalli, que se convirtió en su padre espiritual y fuente de inspiración, pero sobre todo fue quien lo hizo percibir la llamada del Señor.
Enamorado de la obra de Don Bosco, Artemide estaba a punto de hacer sus votos en la casa salesiana de Bernal cuando contrajo la tuberculosis de un cohermano y esto echó por tierra todos sus planes. Don Cavalli le sugirió entonces que rezara a María Auxiliadora, prometiéndole, una vez curado, dedicarse a los enfermos. Artemide aceptó y así renunció a su vocación sacerdotal, marchando a la casa salesiana de Viedma, Río Negro, donde se desempeñó como ayudante en el hospital misionero siendo un enfermero entre los pobres.
Fuente Ambito