El analista financiero Claudio Zuchovicki analizó el contexto económico de la Argentina y evaluó que “el costo de mantener esta estabilidad es muy alto“.
“La tasa mínima está en el 90% anual, la deuda en pesos se duplica, se desinfló la posibilidad de caos con el tipo de cambio. Cuando renunció Martín Guzmán el dólar estaba $ 239 y hoy pensás que está estable porque está en $ 285, $ 290. En realidad tuviste una devaluación importante, lo que evitaste es la sensación de choque mañana”, planteó Zuchovicki en diálogo con Radio Rivadavia.
Según consignó El Cronista, el mercado apuesta a que el Banco Central podría devaluar ya que esto mismo se observa en las tasas implícitas de devaluación en la curva de dólar futuro, por encima de 100% en todos los tramos desde septiembre en adelante.
De esta manera, el mercado pronostica una primavera caliente, con tasas implícitas de devaluación en Rofex que van desde el 116% a 121% entre septiembre de 2022 a diciembre de 2022, para luego sostenerse en niveles de 100% hasta mayo del año que viene.
Respecto a la inflación, que se proyecta para fines del 2022 cercana al 90% según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del mes de julio, ‘Zucho’ no quiso hacer pronósticos sobre el número del próximo y en cambio planteó una pregunta.
“En el fondo hay una sensación térmica de la inflación: si yo te doy a elegir una inflación del 7% con un crecimiento del 2% o una inflación del 5% con una recesión del 2%, ¿qué elegis?”, le planteó a Luis Majul.
“La suba de tasas es una suba del costo financiero. Antes había un consumo impulsado por el Ahora 12, una ilusión monetaria en una inflación que era incontrolable. Ahora es probable que psicológicamente 5% no te parezca tanto después de 7%”, explicó.
En este escenario, agregó: “políticamente no sé que es peor: si inflación o recesión”.
Por otro lado criticó que “el Gobierno genera un mar de dudas enorme”, con los diferentes anuncios, como el del dólar soja, que todavía no se implementó. “En el análisis de cada una de las informaciones, todos caemos en la misma: si no le crees al interlocutor, es muy difícil tomar medidas”, completó.
Fuente El Cronista