Un terrorista fue abatido en Kabul por la policía y se detonaron sus explosivos.
Al menos seis personas murieron y otras once resultaron heridas este lunes en un atentado suicida cerca de la embajada rusa en Kabul, que se produjo cuando el atacante cargado con explosivos fue descubierto y abatido por las fuerzas de seguridad de los talibanes en las inmediaciones del recinto.
El suceso tuvo lugar esta mañana en la avenida Darul Aman, en el suroeste de la capital «frente a la embajada rusa, cuando el atacante suicida intentó atacar al jefe de seguridad de la embajada» cerca del área para visitantes, dijo el jefe policial de la zona, Malavi Saber.
La carga que llevaba el atacante suicida se detonó en la calle tras ser descubierto por las autoridades «antes de que llegara a su objetivo», dijo Saber.
Debido a la explosión, «cuatro de nuestros compatriotas y dos empleados de la embajada rusa murieron y varios afganos resultaron heridos», reveló por su parte en Twitter el portavoz de la policía de Kabul, Khalid Zadran.
De acuerdo con el portavoz policial, «el terrorista suicida fue disparado primero por las fuerzas de seguridad y por eso se produjo la explosión».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Afganistán condenó «enérgicamente este incidente» al tiempo que transmitió «sus condolencias al Gobierno ruso, al pueblo y a las familias de las víctimas», según una declaración difundida en Twitter por el portavoz de la diplomacia talibán, Abdul Qahar Balkhi.
El Gobierno ruso confirmó la muerte de «dos camaradas» del personal de la embajada, además de bajas entre los civiles afganos en el atentado ocurrido en las inmediaciones de la entrada de la sección consular de la embajada rusa.
«Ahora lo más importante es obtener la información del lugar de los hechos, sobre qué sucedió con nuestros representantes, nuestros diplomáticos», dijo en una rueda de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Los talibanes aseguraron que sus agencias de seguridad están realizando una investigación exhaustiva sobre el incidente y «tomarán medidas más serias para la seguridad de la embajada».
De momento ningún grupo armado ha reivindicado la autoría del ataque, aunque el grupo yihadista Estados Islámico (EI) suele estar detrás de estos atentados, convertido en la principal amenaza desde el regreso de los talibanes al poder hace un año.
Rusia fue uno de los primeros y pocos países en defender el acercamiento con los talibanes, pese a no contar con el reconocimiento de la comunidad internacional.
Aunque Moscú tampoco ha hecho oficial su reconocimiento del régimen de los fundamentaslistas, es una de las pocas naciones que mantiene activo su servicio diplomático en Afganistán.
«Tenemos estrechas relaciones con la Federación Rusa y no permitiremos que tales acciones negativas de los enemigos tengan un impacto negativo en nuestras relaciones», dijo el portavoz de exteriores afgano.
La seguridad del país se ha convertido en un desafío para los talibanes, que desde su llegada al poder han visto cómo Afganistán padecía algunos de los ataques más sangrientos de los últimos años.
El pasado agosto al menos 21 personas murieron y una treintena resultó herida también en un atentado suicida en una mezquita de la capital afgana.
Con información de EFE
Fuente Aurora