Los polacos intentan aprovisionarse de carbón lo antes posible por miedo a la escasez de cara al invierno y hacen colas de varios días para comprarlo directamente en las minas al mejor precio posible.
En la mina Janina, en Libiąż (sur), al igual que en otras de la región de Silesia, existen colas de tres días donde cientos de personas esperan comprar las tres toneladas por cliente que se permite expedir, según los medios locales. Las personas allí acampadas proceden de ciudades cercanas y también de poblaciones situadas a cientos de kilómetros, y acuden a las explotaciones para comprar carbón cuanto antes y ahorrarse el coste de los intermediarios.
“Pasamos lista cada dos horas, incluso durante la noche, para evitar trampas“, declaró a la radio polaca RMF uno de los afectados. Agregó que “si uno compra el carbón por internet, le dan cita para noviembre y el precio no está garantizado”. “Nunca pensé que viviría una situación así, creí que este tipo de cosas pertenecían a la historia”, explicó.
Tras la decisión de la Unión Europea el pasado 10 de agosto de suspender la importación de carbón ruso, el Gobierno polaco emprendió una campaña para encontrar nuevos proveedores, pues hasta ese momento compraba entre tres y cinco millones de toneladas de este mineral a Rusia.
Entre las medidas adoptadas, Varsovia intentó imponer un precio máximo de unos 210 euros por tonelada para consumidores domésticos, junto a una compensación de 155 euros para los vendedores mayoristas, pero la propuesta fracasó al mismo tiempo que los precios del mercado llegaban a los 640 euros por tonelada a mediados de agosto.
Poco después, el ejecutivo ofreció una subvención de 640 euros por hogar para las unidades familiares que empleen carbón como principal combustible de calefacción y compensaciones menores para las casas que usen madera o gas.
El mix energético polaco es el más dependiente del carbón en toda Europa y el 71% de su energía proviene de este combustible, según la Agencia del Mercado Energético polaca, un organismo estatal.
Recientemente, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, aseguró que “habrá carbón suficiente” para los hogares polacos este invierno.
El jefe del partido gubernamental, Jaroslaw Kaczynski, pidió ayer a los ciudadanos que “no entren en pánico, porque si bien los que necesitan tres toneladas de carbón hoy tienen solo una, las otras dos llegarán pronto”.
Los polacos intentan aprovisionarse de carbón lo antes posible por miedo a la escasez de cara al invierno y hacen colas de varios días para comprarlo directamente en las minas al mejor precio posible.
En la mina Janina, en Libiąż (sur), al igual que en otras de la región de Silesia, existen colas de tres días donde cientos de personas esperan comprar las tres toneladas por cliente que se permite expedir, según los medios locales. Las personas allí acampadas proceden de ciudades cercanas y también de poblaciones situadas a cientos de kilómetros, y acuden a las explotaciones para comprar carbón cuanto antes y ahorrarse el coste de los intermediarios.
Fuente El Confidencial