La novela del nuevo dólar soja finalmente llegó al final, al menos por septiembre, y el consenso de la cadena en general es que el resultado de las negociaciones fue bueno, más allá de que algunos reclamos sectoriales se mantienen.
Los cambios en la reglamentación son positivos para el agro, pero también para el ministro de Economía, Sergio Massa, que ahora se podrá sentar ante la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, sabiendo que se alcanzarán las metas de reservas y se reforzará la parte fiscal.
“Más allá de los resultados, que fueron importantes, lo interesante del caso es que todo se hizo con un gran nivel de consenso. Esto suena a lógico pero no es algo que se viniera viendo”, sostuvo en diálogo con El Cronista, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
“Para los productores esto es un alivio porque les permitirá mejorar sus márgenes de ganancia. Todos queremos ir más allá e ir por otros objetivos; pero como un primer paso esto es importante”, dijo el dirigente.
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– ¿Por qué se demoró tanto, teniendo en cuenta las urgencias del Gobierno por cerrar el tema, de cara a la reunión del ministro Massa con el FMI?
– Porque se hizo un trabajo muy interesante en busca de diálogo y consenso. Hubo muchas reuniones con la Mesa de Enlace y con los distintos actores del sector. Se trabajó mucho también con las bolsas de cereales y el Rofex. No se quiso dejar a nadie afuera y obviamente todos tenían cosas para criticar o sumar. Todo eso llevó mucho tiempo, pero permitió llegar a esto que tiene un buen nivel de aprobación. Es cierto que se había puesto como fecha tope el viaje del ministro, pero tampoco estaba la idea de salir a correr con algo tan delicado y que luego se pudieran generar otros problemas.
– Sin embargo hay reclamos que quedaron fuera del esta nuevo mecanismo
– Pero es lógico que ocurra. No es nuevo decir que hay cuestiones que se vienen discutiendo hace tiempo. Por esto quedamos en que a fines de septiembre nos vamos a volver a reunir para analizar cómo se movió todo y ver cómo seguimos hacia adelante.
– ¿Hay chances de que esto se extienda en el tiempo o que varíe el precio de cobro habitual?
– No lo sabemos. Está claro que fue una de las cuestiones que se puso sobre la mesa de negociaciones. Pero por el momento es lo que tenemos. Para el productor esta es una buena noticia porque va a recibir una diferencia de dinero muy importante respecto de lo que venía percibiendo. Al menos por septiembre. Si continúa este formato, otro o volvemos a cero, lo sabremos más adelante. Lo importante ahora es que el sector se comprometió a aportar u$s 5.000 millones.
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– Otro de los puntos que de discutió es la baja o quita de retenciones. ¿Ve posible esto?
– El Gobierno reconoce que la carga impositiva es alta, pero dicen que por ahora no se puede avanzar en este sentido. De hecho ni siquiera ahora lo hicieron, y tal vez con la excusa de necesitar una urgente liquidación de exportaciones lo podrían haber hecho. Esto, sin embargo, hubiera tenido un efecto fiscal muy fuerte porque eran ingresos que perdía el Estado. Y con esto se logra totalmente lo contrario porque lo que entrará por retenciones será mayor.
– También quedó pendiente la incorporación de otros granos a esta mejora de precio.
– Eso de descartó por el efecto inflacionario que podría generar. De todos modos, el compromiso del sector de exportar por u$s 5.000 millones está compuesto por soja, que aportará u$s 3.000 millones al valor que indica el decreto, y a esto se le sumarán u$s 1.000 de maíz y otros u$s 1.000 de la agroindustria. En estos dos últimos casos no están alcanzados por la medida oficial.
Fuente El Cronista