Y agregó que la bacteria “se transmite por vía inhalatoria, a través del agua, en relación a los sistemas de aire acondicionado o distintos tipos de manejo del agua”.
Asimismo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos describen: “Luego de que la bacteria Legionella crece y se multiplica en el sistema de agua de un edificio, el agua que las contiene puede dispersarse en forma de gotitas lo suficientemente pequeñas como para que las personas las inhalen. Las personas pueden contraer la enfermedad del legionario o la fiebre de Pontiac cuando inhalan las gotitas que contienen las bacterias”.
El doctor Gustavo Lopardo, médico infectólogo y ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología, precisó en diálogo con Infobae que “la Legionella es una bacteria que habitualmente vive en las aguas, que frecuentemente puede colonizar los sistemas de aire acondicionado, los tanques y producir así algunos brotes”.
Y destacó que no se transmite de persona a persona, y eso es algo muy tranquilizador”. Lopardo contó que, para evitar que se produzcan nuevos casos, mantuvieron una reunión con “expertos de la Organización Panamericana de la Salud, porque en Argentina nadie es muy experto en Legionella porque es un germen absolutamente infrecuente”.
“No hay que pensar que Tucumán va explotar con un enorme cantidad de casos, eso no va a suceder. Se están tomando las medidas, saber que es Legionella nos permite tomar las medidas adecuadas. Hay asesoramiento de expertos, hay asesoramiento de la OPS, seguramente todo esto se va a poder controlar. No estamos frente a un nuevo COVID-19, de ninguna manera”, concluyó Lopardo.
Por su parte, el médico infectólogo Ricardo Teijeiro explicó a Infobae que “la Legionella es una bacteria que está en lugares húmedos, es muy común que se encuentre en los sistemas de aire acondicionado porque son lugares que condensan agua” y pueden contaminarse “si los filtros no son limpiados frecuentemente como corresponde o no tienen los filtros adecuados”.
“Por eso, si se contaminan el sistema de aire acondicionado, se enferma la gente que estuvo trabajando en ese lugar, en el espacio de ese circuito de aire donde se encuentra el agua contaminada. Pero no puede ir más allá, esto no puede producir una epidemia, se produce un foco local en ese lugar, pero no se contagia habitualmente de persona a persona”, subrayó Teijeiro.
Qué dice la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la probabilidad de enfermedad depende de la concentración de Legionella en la fuente de agua, de la producción y dispersión de aerosoles, de factores relacionados con cada persona, como la edad o afecciones preexistentes, y de la virulencia de la cepa particular de Legionella que se trate.
Las bacterias viven y crecen en medios acuáticos a temperaturas comprendidas entre los 20 °C y los 50 °C (temperatura óptima: 35 °C). Las bacterias Legionella pueden sobrevivir y proliferar parasitando protozoos libres o dentro de las biopelículas que se forman en los sistemas de agua. Pueden causar infecciones en células humanas por medio de un mecanismo similar al que utilizan para infectar protozoos.
La infección también puede producirse por aspiración de agua o hielo contaminados, sobre todo en pacientes hospitalizados vulnerables, o por exposición del recién nacido durante los partos en el agua. No hay transmisión directa de persona a persona.
Síntomas
Legionelosis es un término genérico que abarca las formas tanto neumónicas como no neumónicas de infección por Legionella. La forma no neumónica (fiebre de Pontiac) es una enfermedad aguda de resolución espontánea que se manifiesta con síntomas similares a los de la gripe y remite generalmente al cabo de 2 a 5 días.
La enfermedad del legionario, la forma neumónica, tiene un periodo de incubación de 2 a 10 días (aunque en algunos brotes se han registrado periodos de hasta 16 días). Los síntomas iniciales son fiebre, pérdida de apetito, cefalea, malestar general y letargo. Algunos pacientes también refieren dolor muscular, diarrea y confusión.
La gravedad de la enfermedad va desde una tos leve hasta una neumonía con rápido desenlace fatal. La muerte ocurre por neumonía progresiva acompañada de insuficiencia respiratoria y/o conmoción e insuficiencia multiorgánica.
Fuente Ambito