Los medios de comunicación de Argentina están de luto. A los 87 años, falleció Magdalena Ruiz Guiñazú, una referente de la radiofonía y la televisión. La noticia la dio a conocer Jorge Lanata, quien hasta hace pocos días contó con la destacada periodista, locutora, escritora y traductora como columnista en su programa. “Si hay una voz reconocible de nuestra infancia para todos nosotros, es la voz de Magdalena en la radio”, señaló el conductor y destacó la labor de su colega por los derechos humanos.
Por su parte, el periodista Pablo Sirvén reveló que en el último tiempo, Magdalena venía con “varios achaques” y que los años de pandemia no fueron sencillos para ella. “Más allá de esas limitaciones, tenía mucha fuerza para salir adelante”, destacó en diálogo con Intrusos y aseguró que en todo momento llevó adelante su trabajo con mucha entereza.
Hija del exministro de Relaciones Exteriores y Culto Enrique Ruiz Guiñazú y María Celina Cantilo Ortiz Basualdo, Magdalena era la menor de 9 hermanos y pasó gran parte de su infancia fuera de la Argentina. Y sus primeros trabajos como traductora la acercaron a la comunicación, su marcada vocación. “Me interesaba la actualidad y las noticias, el cine, la música. De hecho, mi primer signo de madurez fue saber que era una mediocre pianista. Hasta que me di cuenta que no tenía memoria musical, algo grave para un pianista. Entonces, dije: ‘Me hago a un lado’”, recordó en una entrevista.
En la década del 50 dio sus primeros pasos en el periodismo gráfico, la televisión y la radio en 1954 y desde entonces forjó una sólida carrera que la llevó a conducir el noticiero La primera de la noche, en Canal 7, junto a Antonio Carrizo. “Cubría muchos policiales y cuando había un crimen, me mandaban a mí: la última en haber entrado al noticiero”, recordó la periodista que fue apartada de su puesto durante el gobierno de Isabel Perón, pero en 1977 volvió a la pantalla chica para trabajar con Cacho Fontana en Videoshow.
En la radio, fue una de las grandes voces de la primera mañana con Magdalena tempranísimo, un ciclo que no solo contó con un gran nivel de audiencia, sino que fue una escuela para muchos periodistas que pasaron por él. Con inteligencia, responsabilidad y profesionalismo, Ruiz Guiñazú se destacó por su compromiso con los derechos humanos y fue la primera en darle voy a las Madres de Plaza de Mayo, en plena dictadura militar, y con el regreso de la democracia se convirtió en miembro activo de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
Su carrera le valió muchos reconocimientos, tales como 14 premios Martín Fierro -uno de ellos, de Oro-, tres Premios Konex; distinciones del Congreso de la Nación, la Universidad de Harvard, la Legión de Honor francesa, la Orden de Mérito de Francia, de Italia y de Polonia y el Gran Premio a la Trayectoria de Vida de la International Women’s Media Foundation.
“Hace tantos años que soy periodista y me han tocado diferentes tipos de situaciones. Si te interesa lo que pasa en el mundo donde vivís, es la profesión más apasionante. A mí siempre me apasionó cubrir la información de lo que estaba pasando diez minutos antes. Hoy leo todos los diarios. Si tengo alguna duda, agarro el teléfono y llamo. Voy directo a la fuente”, reflexionó en una de las últimas entrevistas que dio.
Fuente Mendoza Today