La crisis energética tendrá un impacto de 2 billones de euros en los hogares europeos. Es la estimación de los economistas de Goldman Sachs en un estudio publicado este martes, que utiliza los precios de los futuros de la electricidad para realizar el cálculo. Sin embargo, los autores consideran que si se aplicase a escala comunitaria un tope al gas como el aprobado en España, la sangría podría reducirse hasta los 1,35 billones de euros. Es decir, 650.000 millones menos.
El estudio, liderado por Alberto Gandolfi, Mafalda Pombeiro, Ajay Patel, Mathieu Pidoux y Simon Bergmann, calcula que el peor momento tendrá lugar este invierno, cuando la factura para el hogar medio alcanzará los 500 euros mensuales, el triple que en 2021. En términos agregados, el hachazo a las cuentas de las familias supone un 15% del producto interior bruto de los Veintisiete. En el caso de que se produjese un cierre total del grifo ruso, el recibo mensual de gas y electricidad subiría hasta los 600 euros.
Aunque el estudio no desagrega el impacto en los diferentes países, sí menciona en varias ocasiones a España como ejemplo de las medidas que se deben tomar para hacer frente a la situación, especialmente el tope al gas para la producción eléctrica y el máximo de 75 euros para la remuneración de las nucleares y las energías renovables. Los expertos de Goldman consideran acertadas ambas medidas, que además podrían evitar la tentación de establecer un impuesto a los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas, aunque España también ha optado por esta vía.
Si la excepción ibérica se extendiese al conjunto de la Unión, como se debatirá en el consejo de ministros de Energía de este viernes, los expertos de Goldman calculan que los consumidores se podrían ahorrar un tercio del impacto, que ‘solo’ ascendería al 10% del PIB. La medida rebajaría a menos de la mitad el incremento de la factura de la luz, que pasaría de suponer 1,24 billones de euros más que en 2021 a 0,58 billones más. En ambos escenarios, la del gas se incrementaría en 0,71 billones.
Pero la generalización del tope no solo reduciría la factura, sino que también permitiría embridar los precios en el mercado mayorista de la electricidad, que acumula récords a lo largo del continente. El informe destaca que, gracias a la excepción ibérica, los futuros a un año de España se sitúan en los 250 euros, con un descuento de más de 200 respecto a los del resto de Europa.
Pese a la situación crítica actual, el informe concluye que a lo largo de la década la situación se irá normalizando
Otra medida implantada por nuestro país, en este caso a principios de siglo, y que los expertos de Goldman consideran positiva es el déficit de tarifa. Para evitar que al actual escenario arruine a los consumidores, el informe recomienda que el coste de las alzas de este año se reparta durante las próximas dos décadas, hasta normalizar de nuevo los precios a partir de 2041. Para garantizar la solvencia del sistema y no perjudicar a las empresas, se emitiría esa deuda a través de sistemas centralizados, como los eurobonos.
De la misma manera, los expertos abogan por que el mercado mayorista emplee una media ponderada de precios en lugar del actual sistema marginalista, en el que la tecnología más cara marca el precio al que se remuneran todas las demás. Esto permitiría reducir el impacto de los récords del gas en la casación de la luz, con una disminución del valor los futuros de entre un 55% y un 70%.
Pese a la situación crítica actual, el informe concluye que a lo largo de la década el mercado se irá normalizando, gracias al abaratamiento de las fuentes de energía renovables, que cada vez suponen un mayor porcentaje del ‘mix’.
La crisis energética tendrá un impacto de 2 billones de euros en los hogares europeos. Es la estimación de los economistas de Goldman Sachs en un estudio publicado este martes, que utiliza los precios de los futuros de la electricidad para realizar el cálculo. Sin embargo, los autores consideran que si se aplicase a escala comunitaria un tope al gas como el aprobado en España, la sangría podría reducirse hasta los 1,35 billones de euros. Es decir, 650.000 millones menos.
Fuente El Confidencial