Al sector de la construcción le toca hoy atravesar un momento complejo que se mueve entre las expectativas y las complicaciones. Con problemas de insumos a raíz del faltante de algunos productos importados y un mercado que comienza a ver cierta pérdida de velocidad en algunos sectores, hoy buena parte de las expectativas están puestas en lo que pueda ocurrir con el blanqueo que lanzó el Gobierno.
“Hoy los niveles de actividad no son malos y vienen creciendo desde mediados de 2020, sobre todo de la mano de la obra pública, que nunca se frenó por la pandemia”, marcó Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en diálogo con El Cronista.
Sin embargo, el directivo sostiene que este crecimiento muestra algunos síntomas de que la tendencia varía, sobre todo por el freno de la obra pública y la poca actividad que se observa en el sector privado.
“Son dos segmentos claves para nosotros pero ahora todo es más lento”, sostuvo Weiss, que hoy será el anfitrión de la convención anual de Camarco.
– ¿Qué cambió en el medio?
– En lo que tiene que ver con lo privado, se dio que había mucha gente con dólares ahorrados y se movió mucho todo lo relacionado con construcción o refacción. Y la obra pública, que nunca paró, viene en alza. Esto nos permitió que en junio se batiera un récord de utlización de cemento y de trabajadores empleados en el mercado formal. Pero hay señales que nos hacen ver que lo que viene es distinto.
– ¿Cuáles son esas señales?
– La obra pública para nosotros es clave y estamos viendo algunos inconvenientes. Los ajustes de precios, por ejemplo, ya no son representativos porque se pautan previamente y con los altos niveles de inflación que vemos queda desfasados, y los constructores afrontan problemas financieros. Esto muchas veces termina por frenar o hasta suspender las obras. Otro de los problemas que vemos es que se ven algunas demoras en los pagos y los recortes en el Presupuesto.
– ¿Y en el sector privado?
– En lo que tiene que ver con la construcción de viviendas para la clase media, arrastramos el problema de hace años que tiene que ver con la falta de crédito. Y sin esto es muy difícil. Si nos vamos al segmento de las grandes obras, está muy tranquilo porque las empresas no están mostrando un gran movimiento.
– ¿Cómo están manejando la falta de insumos? Tuvieron algunas reuniones con el Gobierno por este tema. ¿Se logró avanzar?
– Faltan dos cosas fundamentales: insumos y precios. Hay proveedores que no tienen las materias primas y no nos pueden vender lo que no tienen. Y muchas veces si lo tienen, no saben a qué valor lo deben vender. Las charlas con el Gobierno existen y siempre son buenas, pero entramos en las generales de la ley. El Gobierno entiende el problema, pero no hay dólares y somos muchos los sectores que estamos en la misma situación.
– En medio de todo esto aparece el blanqueo que lanzó el Gobierno, que si funciona puede ser importante. ¿Genera algún tipo de expectativas?
– Hay expectativas; como herramienta es interesante. No podemos saber realmente el volumen que podrá sumar, pero deberían ser varios cientos de millones.
Fuente El Cronista