Allí, el músico, que tenía 8 años cuando ocurrió el accidente, adelantó que su primer disco será “una recopilación de un proceso de sanación y superación”.
Figura icónica de la música tropical, la cumbia y referente de la pelea de las mujeres por ganarse un lugar en una escena dominada por los varones, Gilda pasó de la popularidad a la inmortalidad a los 35 años, cuando el 7 de septiembre de 1996 murió en un accidente junto a su hija, su madre y tres músicos, en el kilómetro 129 de la ruta nacional 12, camino a Chajarí, Entre Ríos.
Con una actividad musical tan breve como arrolladora, la creadora de cumbias inolvidables como “No me arrepiento de este amor”, “Corazón valiente”, “No es mi despedida” y “Fuiste”, y el fatal desenlace de su vida que la encontró en la cumbre del éxito, la catapultaron al imaginario popular argentino.
El colectivo en el que viajaba la artista, y que se encuentra en el lugar del accidente, es hoy un santuario en el que se prolongan los milagros que ya se le atribuían en vida; en tanto, sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita.