Desde distintas partes del oficialismo aluden a dos imágenes para describir la situación actual del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y del cuerpo de custodia de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, tras el ataque que la funcionaria sufrió este jueves por la noche. Una de esas imágenes es la que muestra al ministro sentado al costado del presidente Alberto Fernández, en la reunión de urgencia a la que se convocó al Gabinete el viernes por la mañana tras el intento de magnicidio a Kirchner. La otra es de pocas horas después y muestra a la expresidenta saliendo de su casa, el viernes al mediodía junto al jefe de su cuerpo de custodia, Diego Carbone.
En ambas, leen, apoyos en momentos de cuestionamientos. Aunque también hay quienes admiten, puertas adentro del mismo oficialismo, que “el tema está abierto” y “algo habrá que hacer”, aunque de momento se evitan precisiones sobre el tema.
Sobre el rol de la custodia de Kirchner en la noche del jueves, fuentes oficiales dijeron que aún “no hay una investigación interna (de la Policía Federal, a cargo de la División Custodia), porque el tema está en manos de la justicia federal, que es superior de cualquier dependencia interna de la fuerza”.
Detallan que “la justicia investiga, por un lado el ataque a la vicepresidenta en sí mismo y en paralelo, cómo respondieron los custodios, cuál fue el desempeño de la custodia federal y en base a lo que ellos digan se verá internamente qué sucede”.
En ese sentido se mostraron confiados en que, “por cómo vienen trabajando” la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rivolo, “para esta semana misma quizá ya haya alguna novedad. Están trabajando casi sin parar”.
Solo entonces se verán responsabilidades y posibles sanciones, agregaron las fuentes consultadas y distinguieron que sería una decisión que no pasaría por Asuntos Internos donde se evalúan cuestiones más reñidas al comportamiento ético, sino por el Área política del Ministerio de Seguridad: “Ahí se evaluarán profesionalismo y capacidad”.
Los mandos de la fuerza están “en diálogo” con el ministro Fernández para ver “qué hay que mejorar” sobre la custodia de la vicepresidenta. “Eso es algo que siempre se hace después de un atentado. Se repasa, se analiza, se ve en qué se puede mejorar”, aseguró una fuente de Gobierno.
Sobre lo hablado entre el Alberto y Aníbal Fernández respecto de lo que fue el accionar de los custodios de Kirchner el jueves por la noche, fuentes oficiales dijeron que “no hubo reproches” del jefe de Estado. Ambos funcionarios estuvieron juntos en la reunión de Gabinete del viernes a primera hora y también buena parte de la mañana, en el despacho presidencial.
Después de eso, cerca de las 14 ambos partieron rumbo al barrio de Recoleta: el presidente a la casa de Kirchner, el ministro a su despacho en la cartera, ubicada en la calle Gelly y Obes.
Aníbal Fernández a la derecha de Fernández, en la reunión convocada de urgencia tras el intento de magnicidio de Kirchner (Presidencia/)
Aunque por parte de Fernández no hubo críticas a su ministro y cerca suyo afirman que mantuvo diálogo con la vicepresidenta y que los “equipos de ambos se comunicaron de forma permanente” en las horas posteriores a lo sucedido, en el Gabinete había un intenso malestar respecto de lo que se vio por televisión. No solo en el momento del ataque, sino en los minutos posteriores. La molestia, trocó en algunos casos en preocupación: el cuerpo de Custodia tiene también a su cargo la protección de los ministros.
Públicamente hubo críticas al accionar del ministro solo por parte de Hebe de Bonafini, cercana a Kirchner, quien exigió su renuncia. “Con el derecho que me dan los 45 años de lucha ininterrumpida luchando por defender a la gente que amo, por inepto y descuidado, exijo la renuncia de Aníbal Fernández”, dijo la presidenta de Madres de Plaza de Mayo en la cuenta de Twitter de la organización.
La defensa de Fernández vino por parte del titular de la AFI, Agustín Rossi. “No falló la custodia vicepresidencial. Creo que los operativos de la custodia y lo que vino haciendo el ministro de Seguridad estaban muy atentos, porque ya había habido un episodio, no lo quiero comparar, pero hubo tensión con todo lo que sucedió con la Policía de la Ciudad el sábado pasado con la colocación de las vallas. Estaban muy atentos. Era una custodia que estaba alerta por los sucesos que habían sucedido la semana pasada”, sostuvo el funcionario.
En el Gobierno entendían ayer que el principal respaldo a la custodia fue la imagen de la propia Kirchner saliendo este viernes de su casa junto a Carbone, hombre de su extrema confianza. “Salió con él, se fotografió sonriente. Eso fue una señal fuertísima de apoyo”, evaluaron. “Cristina no va a entregar a nadie, ella es así, pero menos a Diego”, dijo una persona que conoce a Kirchner desde hace años.
Cristina Kirchner salió de su casa junto a Carbone y saludó a la militancia (Ignacio Sánchez/)
En horas agitadas, fuentes oficiales, admiten que reforzaron la seguridad de Cristina y evitan que se conozca dónde está desde el viernes cuando salió de su departamento de Recoleta por última vez. Pero se sinceran y verbalizan cierto temor ante cómo puede aceptar la vicepresidenta, eventuales cambios que se deban introducir en su cuidado.
Fuente La Nacion