La montaña rusa del gas continúa, pero esta vez parece que inicia su fase descendente. Tras una gran volatilidad durante la segunda mitad del verano, los futuros del TTF holandés —de referencia en Europa— consolidan los descensos de los últimos días y caen por momentos por debajo de los 200 euros el megavatio hora (MWh), sus mínimos en casi un mes. Es la primera vez desde principios de agosto que pierden esa cota, al registrar caídas de hasta dos dígitos que se van moderando a medida que avanza la sesión.
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Tras la incertidumbre causada por el nuevo cierre del Nord Stream decretado por el presidente ruso, Vladímir Putin, los mercados de futuros recuperan una cierta calma ante la reacción de la Unión Europea, que ha convocado un consejo de ministros de Energía extraordinario para este viernes en el que concretará su respuesta a la situación actual.
La nueva regulación, adelantada este miércoles por la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, podría implicar el establecimiento de un tope máximo al precio de compra del gas ruso, ayudas para las empresas y diferentes medidas para evitar el contagio de los récords de este hidrocarburo en el mercado eléctrico. Sin embargo, es probable que la elección final de los mecanismos aplicados quede en manos de cada Estado.
Pese a la amenaza del Kremlin, el esfuerzo realizado por los diferentes países europeos durante este verano ha permitido que las reservas ya se encuentren al 82,5% de su capacidad, por encima del objetivo marcado por la Comisión, lo que ha generado alivio sobre el impacto de un cierre permanente del grifo ruso. Actualmente, la UE solo está importando un 9% de su gas a Moscú, frente a la dependencia del 40% que existía antes de la guerra.
“Afortunadamente, para este invierno los inventarios son saludables y se han llenado relativamente bien”, ha afirmado Anatol Feygin, jefe oficial comercial de la exportadora estadounidense de GNL Cheniere Energy Inc, a Bloomberg. “Depende mucho del clima, pero somos optimistas de que este invierno habrá suficiente flexibilidad y soluciones”, ha añadido.
Pese a la mayor tranquilidad ante la respuesta asertiva de Bruselas al Kremlin, las turbulencias no cesarán durante los próximos meses. “La detención indefinida del gasoducto Nord Stream 1 de Gazprom marca un perfil de suministro de gas estructuralmente más ajustado para Europa. Se espera que los precios se mantengan marcadamente más altos en relación con el promedio de los últimos cinco años”, concluye Patricio Álvarez, miembro de la industria de Bloomberg Intelligence, en una nota.
La montaña rusa del gas continúa, pero esta vez parece que inicia su fase descendente. Tras una gran volatilidad durante la segunda mitad del verano, los futuros del TTF holandés —de referencia en Europa— consolidan los descensos de los últimos días y caen por momentos por debajo de los 200 euros el megavatio hora (MWh), sus mínimos en casi un mes. Es la primera vez desde principios de agosto que pierden esa cota, al registrar caídas de hasta dos dígitos que se van moderando a medida que avanza la sesión.
Fuente El Confidencial