Yair Lapid, “fue informado en detalle de los cambios sustanciales que Líbano pretende introducir en el acuerdo y dio instrucciones al equipo negociador para que los rechace”, según el gobierno.
Israel rechazó las peticiones que hizo Líbano para alcanzar un acuerdo sobre su frontera marítima, argumentando que «no comprometerá sus intereses» en esta larga disputa sobre aguas del Mediterráneo que contienen yacimientos de gas, informó este jueves un alto funcionario.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, «fue informado en detalle de los cambios sustanciales que Líbano pretende introducir en el acuerdo y dio instrucciones al equipo negociador para que los rechace», indicó un alto funcionario israelí.
Hace unos días, Israel y Líbano recibieron el último borrador del acuerdo marítimo por parte del mediador estadounidense en las negociaciones, Amos Hochstein, e Israel había asegurado que revisaría «los detalles finales» para su firma.
Sin embargo, tras estudiar las observaciones libanesas, «Lapid dejó claro que Israel no comprometerá sus intereses económicos y de seguridad, incluso si eso significa que no habrá un acuerdo pronto», aseguró la fuente.
Esto enfría las esperanzas de alcanzar una solución al conflicto marítimo -que se ha extendido por más de una década- mientras Israel vive un encendido contexto electoral de cara a los comicios de noviembre.
El borrador del acuerdo, que no se ha hecho público, fue calificado de «ilegal» por el ex primer ministro y líder de la oposición israelí, Benjamín Netanyahu, quien aseguró que, de ganar las elecciones, su gobierno no estaría obligado a respetarlo.
Israel ya cuenta con el yacimiento de Karish cerca de la frontera marítima con Líbano, y considera que su explotación no está relacionada con las negociaciones, ya que la línea marcada por la ONU hace una década deja el área de la plataforma en aguas israelíes, y la zona disputada sería una larga franja situada más al norte.
Israel ha buscado firmar el acuerdo con Líbano, argumentando que reforzaría la seguridad en el área y la independencia energética de Israel, así como la autonomía energética de Líbano con respecto a Irán.
Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas, se enfrentaron en una última y breve guerra en 2006 y tienen una misión de paz de la ONU en su frontera terrestre desde 1978.
Sin embargo, se mantiene una fuerte hostilidad con la agrupación terrorista Hezbollah, que lanzó drones hacia Karish en junio y amenazó con una escalada en el conflicto si Israel extraía gas del área.
El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, recalcó que «se firme o no» el acuerdo marítimo, su país está «preparado para proteger sus infraestructuras y soberanía. Si Hezbollah pretende perjudicarlas, el precio militar será muy alto» para esa organización y para Líbano.
Con información de EFE
Fuente Aurora