El INDEC informó que en el primer semestre de 2022 el 36,5% de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza y el 8,8% por debajo de la línea de indigencia. La nueva cifra marca una caída de la pobreza de 4,1 puntos porcentuales con respecto a igual período de 2021, pero indica que sigue por encima de los niveles registrados previos a la pandemia (35,2% en el segundo semestre de 2019).
La pobreza en la Argentina se mide de dos formas: la más conocida, que el INDEC informa cada 6 meses, es la que se calcula a partir de los ingresos, es decir se estima cuántas personas no pueden comprar los elementos básicos con sus ingresos. La segunda, que se difunde oficialmente con los censos -es decir, cada 10 años-, se trata de la pobreza multidimensional, que además de las cuestiones monetarias analiza el acceso a la educación, la salud y la vivienda, entre otros.
Si bien la pobreza multidimensional se redujo lentamente en la Argentina en las últimas décadas (como se explicó en esta nota), desde el regreso de la democracia en 1983 la pobreza medida por ingresos sólo disminuyó después de dos crisis macroeconómicas -es decir, luego de que había crecido- y “en el período de excepcionales circunstancias externas durante parte de los 2000”, destaca un estudio del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad de La Plata, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En los últimos 40 años hubo varias metodologías distintas para medir la pobreza por ingresos (principalmente varían las canasta de bienes que se utilizan para medir el umbral de la pobreza, es decir, la vara para medir si una persona es pobre o no) que dificultan su comparación con el dato actual, pero sí podemos analizar -con los mejores datos disponibles- cómo varió esta pobreza en cada presidencia.
Los ochenta
Si bien los datos del instituto oficial sobre este tema comenzaron a publicarse en 1988, distintas fuentes sostienen que durante la Presidencia de Raúl Alfonsín (UCR) la pobreza bajó en sus primeros años de mandato, pero en los últimos meses de su gestión este indicador subió notoriamente.
Según datos del Centro de Población, Empleo y Desarrollo de la Universidad de Buenos Aires (CEPED-UBA), en octubre de 1982 (14 meses antes de la asunción de Alfonsín) la pobreza en el Gran Buenos Aires llegaba a casi el 22% de los hogares, mientras que el mismo mes de 1985 (ya con casi dos años de mandato) bajó al 14%. En este sentido, en mayo de 1989 (dos meses antes de dejar anticipadamente su puesto) subió al 20% de los hogares y en octubre de 1989, apenas dos meses después de la asunción de Carlos Menem (PJ), el 38% de las viviendas estaba por debajo de la línea de la pobreza.
Agustín Arakaki, economista del CEPED, explicó a Chequeado que este aumento de la pobreza está “principalmente asociado a la hiperinflación”, aunque también se relaciona con un “deterioro del mercado de trabajo” iniciado a mediados de los ‘70, cuando comenzó “una caída en la calidad del empleo, que desembocó en una baja de los ingresos”.
Los noventa
Menem logró bajar la pobreza en su primer mandato. Según los viejos datos del INDEC para el Gran Buenos Aires (GBA), en octubre de 1989 la pobreza llegaba al 47% de la población, mientras que en mayo de 1995 (mes en el que se realizaron las elecciones en las que renovó su cargo) este número llegaba al 22%. Según Arakaki, esto se debió al control del proceso inflacionario mediante la convertibilidad.
Sin embargo, en el segundo mandato de Menem, la pobreza volvió a aumentar. En octubre de 1999, mes en el que se realizaron las elecciones presidenciales que ganó Fernando de la Rúa (Alianza), la pobreza afectaba al 27%, según los antiguos cálculos oficiales.
El Cedlas de la Universidad de La Plata recalculó los datos oficiales de pobreza desde 1992 con la vara actual con la que mide el INDEC y para los 10 aglomerados urbanos para los que hay información desde ese momento. En esa serie se ve que la pobreza alcanzaba el 30% en 1992, mientras que en 1999 era cercana al 40%.
“La recuperación y expansión de la economía entre 1991 y 1994 tuvo un efecto que favoreció la disminución de la pobreza”, sostiene un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). “Entre 1994 y 1997, el debilitamiento del ingreso real y el empeoramiento distributivo se combinaron, dando por resultado un nuevo aumento de la incidencia de pobreza absoluta”, añade el estudio, y señala que “en los años subsiguientes hasta llegar al 2000, fue el continuado deterioro distributivo el único responsable de la elevación de la pobreza”.
Crisis de 2001
Así, durante la Presidencia de De la Rúa la pobreza aumentó nuevamente: según el dato recalculado por Cedlas, en octubre de 2001, meses antes de que renunciara en diciembre de ese año, alcanzaba al 46% de la población -medido con la vara actual-. Sin embargo, tras la sucesión de tres presidentes en una semana, en octubre de 2002, ya bajo el mandato de Eduardo Duhalde (PJ), la pobreza siguió aumentando y llegó al 66%.
Kirchnerismo
En mayo de 2003, cuando Duhalde entregó el poder a Néstor Kirchner (Frente para la Victoria), la pobreza era del 62%, según la estimación del Cedlas. En el gobierno de Kirchner se logró bajar este indicador, llevándolo a casi el 37% en todo el país en el segundo semestre de 2007. Según Arakaki, esta caída de más de 20 puntos se debió principalmente “a las políticas de recomposición de ingresos” fomentadas por el gobierno de Kirchner.
A partir del 2003, el INDEC comenzó a publicar información de la pobreza en 31 aglomerados urbanos. Pero, en la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (FpV), además de la manipulación de las estadísticas desde 2007, el instituto oficial directamente dejó de publicar datos de pobreza a partir de 2013. Los nuevos datos oficiales recién se publicaron en 2016, ya bajo la Presidencia de Mauricio Macri (Cambiemos).
Por eso mismo, se debe recurrir a estimaciones alternativas. Fernández de Kirchner asumió en diciembre de 2007 y en su primer mandato, según las cifras del Cedlas, logró bajar este indicador del 37% al 28%, según la actual vara. Sin embargo, en su segundo mandato la pobreza habría aumentado nuevamente hasta el 30%. Así, en el total de su mandato, la pobreza habría bajado de 37% a fines de 2007 a 30% a principios de 2015 (los datos de finales de 2015 no se publicaron por la emergencia estadística del INDEC).
“Al volver la inflación en 2007, la caída de la pobreza se desaceleró fuertemente”, explicó Arakaki, quien además destacó como condicionante la crisis económica internacional de 2008.
“El nivel de pobreza se redujo durante el primer semestre de 2015 a 30,1%, y es posible que haya caído un poco más hacia finales de dicho año, pero no se cuenta con la información necesaria para estimar dicho valor. Producto de la recesión de comienzos de 2016 la tasa de pobreza se volvió a incrementar, alcanzando el 31,4% hacia mediados de dicho año”, explica el documento del Cedlas.
Macrismo
Respecto del mandato de Macri, el primer dato oficial del INDEC indicaba que la pobreza en el segundo trimestre de 2016 alcanzaba al 32,2% de la población. Sin embargo, este dato sólo incluye un trimestre y no dos, como la medición oficial del INDEC. El Cedlas calculó el semestre móvil compuesto por el segundo y el tercer trimestre de 2016, que dio 31,4% de pobres.
Los datos del INDEC -que son comparables con los del Cedlas- muestran que en la segunda mitad de 2019 la pobreza llegó al 35,5% de las personas y la indigencia al 8% de los argentinos, siendo los niveles más altos desde 2008 para los segundos semestres -al tomar la estimación del Cedlas-.
En este sentido, Leopoldo Tornarolli, investigador del Cedlas, explicó que “claramente” la pobreza subió durante los años de Cambiemos, aunque no se puede decir “exactamente cuánto, tanto por cuestiones técnicas, como por la elección que hagamos del período de comparación”, problema que surge de no tener datos precisos para fines de 2015, por las decisiones políticas sobre los datos y las estadísticas adoptadas por Fernández de Kirchner.
Fernández
Los primeros datos de la gestión de Alberto Fernández (Frente de Todos) muestran que en el primer semestre de 2020 la pobreza aumentó hasta el 40,9% y la indigencia subió al 10,5%. Estos datos, marcados por la pandemia del nuevo coronavirus y el aislamiento que decretó el Gobierno desde el 20 de marzo, son los peores desde el 2006, si se analiza la serie re-estimada por el Cedlas.
Como explicó Tornarolli, “la magnitud real de la crisis COVID se puede observar en la evolución trimestral” ya que la suba de la pobreza se dio especialmente por lo ocurrido en el segundo trimestre (abril, mayo y junio), que incluye las semanas de cuarentena estricta donde se sintió fuerte la caída en el empleo. Si bien en la primera mitad del año la pobreza promedió un 40,9%, en el primer trimestre del año fue cercana al 35% y en el segundo, ya con el impacto de la pandemia, aumentó al 47%.
En la segunda mitad de 2020 la pobreza subió al 42% y la indigencia se mantuvo en los mismos niveles que en el primer semestre (10,5%). Estos porcentajes representaron una fuerte suba frente al segundo semestre de 2019, últimos valores de la Presidencia de Macri y previos a la pandemia, cuando estas cifras eran del 35,5% y 8%, respectivamente.
En el primer semestre de 2021 la pobreza se ubicó en el 40,6%, 1,4 puntos porcentuales por debajo del último informe y apenas 0,3 puntos menos que en igual periodo de 2020. La indigencia, en tanto, fue del 10,7%, apenas por encima de los datos registrados en 2020 (10,5% en ambos semestres).
El informe correspondiente al segundo semestre de 2021, en tanto, mostró un nuevo descenso de las cifras: la pobreza se ubicó en 37,3% y la indigencia en 8,2%, inferiores a igual período del año anterior, pero aún por encima de los niveles registrados previos a la pandemia.
En tanto, el último informe del organismo indica que en el primer semestre de 2022 la pobreza fue del 36,5%
Fuente Mendoza Today