Las potencias del G7 mantendrán el martes una reunión de emergencia para discutir la reciente campaña de bombardeos rusos en Ucrania, cuya capital Kiev fue atacada por primera vez en meses.
El encuentro virtual se celebra un día después de que misiles rusos cayeran sobre Kiev, que no había sido bombardeada desde finales de junio, y de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtiera a Moscú de que su país “no puede ser intimidado”.
Las fuerzas rusas lanzaron el lunes más de 80 misiles contra ciudades ucranianas, según Kiev, en una aparente represalia por una explosión que dañó el puente que enlaza la península de Crimea con Rusia.
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo que los ataques demuestran que Moscú está “desesperado” después de una serie de reveses militares. El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió de respuestas “severas” a nuevos ataques.
En una sesión de la Asamblea General de la ONU el lunes para discutir la anexión rusa de cuatro regiones parcialmente ocupadas, el embajador ucraniano Sergiy Kyslytsya calificó a Rusia como un “estado terrorista” y dijo que su propia familia fue atacada el lunes.
“Lamentablemente, es difícil pedir una paz estable y sana cuando hay una dictadura inestable y demente en tu vecindad”, indicó el diplomático, quien aseguró que al menos 14 civiles murieron y 97 resultaron heridos en los ataques.
– “Determinación de ayudar” –
Zelenski participará en la cita del martes del G7 para hablar de los ataques rusos.
La oficina de la primera ministra británica, Liz Truss, indicó que la dirigente insistirá en “urgir a sus pares a mantener el rumbo”.
“De nuestra parte, no debemos titubear ni un ápice en nuestra determinación de ayudar” a Ucrania a alcanzar la paz, agregó el despacho de Truss.
A su vez, el portavoz del gobierno alemán, Steff Hebestreit, declaró el lunes que el jefe de gobierno Olof Scholz conversó con Zelenski y le garantizó “la solidaridad de Alemania y los otros países del G7”.
En tanto, el presidente estadounidense Joe Biden condenó duramente los ataques del lunes y señaló que “demuestran la brutalidad” de la “guerra ilegal” de Putin.
La Casa Blanca dijo que Biden habló con Zelenski para ofrecerle un “sistema avanzado de defensa aérea”.
Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, los ataques son una “inaceptable escalada de la guerra”.
El representante ruso en la ONU no se refirió directamente a los ataques con misiles, pero defendió la anexión de las regiones ucranianas y aseguró que el objetivo es “proteger a nuestros hermanos y hermanas en el este de Ucrania”.
– “Más decidido” –
Los ataques rusos causaron espanto y furia entre la población ucraniana.
Ivan Poliakov, de 22 años, estaba tan indignado que no encontraba palabras para describir lo sucedido.
“Vi a mujeres y niños llorando”, dijo a AFP. “Yo amo a Kiev, la gente es buena, es valiente. Pero en un instante… es la muerte”, expresó.
En Dnipró, el soldado Maxim estaba de licencia del frente de combate por primera vez en seis meses para celebrar el cumpleaños de su esposa cuando los misiles rusos cayeron en la ciudad del centro de Ucrania.
“Estamos luchando en el frente exactamente para proteger estos sitios” alejados de las líneas enemigas, comentó. “Pero aún así logran golpearlas”.
Aseguró que el ataque lo dejó “más decidido que nunca” a lucha contra los rusos en el noreste ucraniano.
Desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero, más de 7,6 millones de ucranianos huyeron a Europa, mientras otros 7 millones fueron desplazados dentro del país.
El organismo de la ONU para los refugiados advirtió que los ataques del lunes podrían provocar una nueva ola de desplazados.
“El bombardeo de civiles, de casas (…) de infraestructura no militar de forma indiscriminada en muchas ciudades en Ucrania significa que la guerra se ha vuelto más difícil para los civiles”, indicó Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
“Temo que los eventos de estas últimas horas van a provocar más desplazamientos”, acotó.
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Fuente La Nacion